Eslovaquia, una buena opción de mercado para los productores de aceite de oliva españoles

El estudio “El mercado de aceite de oliva en Eslovaquia”, realizado por Lourdes Toledano Valero, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Bratislava, presenta un análisis general del mercado en este país y en él se incorporan datos de producción, así como cifras de negocio relativas a importaciones y exportaciones, canales de comercialización, mención de productos y variedades de aceite y sus sustitutivos, además de tendencias de consumo y algunos aspectos sobre los precios para el cliente final.

El informe detalla que Eslovaquia no produce aceite de oliva, por lo que lo importa en su totalidad de otros países, en su gran mayoría europeos (existen importaciones residuales de terceros países como por ejemplo, Israel). España es el líder en el mercado eslovaco (29% de cuota de mercado), seguida por Italia (18%), y a gran distancia de Francia y Grecia. Por su parte, República Checa también tiene una importante cuota del mercado de las importaciones, pero sus ventas se basan en la reexportación.

La mayoría del aceite de oliva que se consume en Eslovaquia es aceite de oliva virgen si bien las diferencias de precio respecto a otros productos sustitutivos, hacen que el aceite de oliva no sea un producto muy consumido, reservándose para gente de clase media-alta que cuida de su salud o lo reserva para ciertas ocasiones.

En concreto, el perfil del consumidor de aceite de oliva en Eslovaquia corresponde a personas de entre 25 y 50 años pertenecientes a la clase media o alta que vive en las ciudades (sobre todo en Bratislava y en las ciudades eslovacas de mayor tamaño), con un poder adquisitivo superior a la media del país y al día con las tendencias modernas de alimentación. O bien personas que, por razones de salud han de seguir una dieta determinada que prohíba o limite el consumo de grasas animales u otro tipo de aceites vegetales.

Es por ello que el mayor competidor del aceite de oliva español no es el mismo producto procedente de otros países, sino otros aceites sustitutivos de éste, como el aceite de girasol o el aceite de colza, más consumidos entre los eslovacos.

Además, según el estudio, España no tiene una imagen de marca muy conocida entre el consumidor, su aceite se consume porque simplemente es aceite de oliva, no por su procedencia española. De hecho, el producto italiano, aunque registra menores cifras de ventas, es más conocido que el español.

No obstante, debido a los cambios en las costumbres alimentarias de los consumidores y a otros factores, como la salud, que se tienen en cuenta junto al precio en la decisión de compra, se estima un incremento de ventas del aceite de oliva del 14,4% en los próximos cinco años.

“Todo parece indicar que existe margen de crecimiento en el sector en Eslovaquia. Por ello, creemos que, a pesar de ser un mercado pequeño, puede ser una buena opción para los productores españoles”, resalta el estudio.

Para penetrar en el mercado eslovaco, la forma más recomendada, según ICEX, es a través de un importador/distribuidor, ya que la figura del agente comercial es muy poco habitual en el país. Los importadores locales abastecen tanto a distribuidores más pequeños como a cadenas de hipermercados y supermercados, por lo que es el canal adecuado para llegar a todos los minoristas.