El IRTA y la Universidad de California colaborarán en la eficiencia del agua

Este acuerdo renueva y amplía los acuerdos de colaboración ya existentes entre ambos centros de investigación y que mantienen desde el año 1988 con el objetivo de crear una masa crítica relevante y plantear nuevas ideas que, en su mayoría, han desarrollado con actividades experimentales que cada institución ha desarrollado en su zona geográfica, según ha informado el IRTA en un comunicado.

En este sentido, con el nuevo acuerdo se pretende reforzar esta colaboración potenciando los encuentros bianuales de investigadores del IRTA y de la UC Davis para poder discutir temas de interés común, favorecer el intercambio de estudiantes y de investigadores/profesores entre ambas instituciones, fomentar las publicaciones científicas y técnicas conjuntas, así como promover la presentación de proyectos de I+D compartidos.

Otros ámbitos en los que la colaboración también ha sido significativa son el control integrado de plagas, la irrigación, la ecofisiología, la patología y la biotecnología vegetal, aunque también se han producido contactos y actividades en otros ámbitos de actuación como el de las ciencias veterinarias, la producción animal y la tecnología de los alimentos.

Según el IRTA, este convenio ha ido más allá de un acuerdo puramente de colaboración científico-técnica, de intercambio de estudiantes o de formación postdoctoral, y se ha extendido hasta abarcar la colaboración tecnológica y empresarial. En el transcurso de estos años, y dentro de las actividades desarrolladas, se han desarrollado misiones empresariales y algunas se han traducido en acuerdos entre empresas de California y Cataluña.

Mejora de la producción agrícola con menos agua

Una de las principales líneas de investigación de la colaboración entre la Universidad de California y el IRTA tiene como objetivo hacer un uso más eficiente del agua y de la irrigación. Según el IRTA, hasta finales de los años ochenta, la mayoría de la investigación que se hacía en el mundo en el ámbito de la irrigación partía de la premisa de que la máxima productividad de un cultivo sólo se podía lograr si se aportaba el agua de riego por cubrir el 100% de las necesidades de la planta.

Varios estudios han confirmado que, si en un momento determinado se deja de regar una planta, ésta disminuye su producción de madera (parte vegetativa), pero mantiene la de los frutos (parte productiva), incluso mejorando la calidad. El control del estrés hídrico permite dirigir estos procesos, con sistemas de irrigación como el del goteo, que, frente a otros sistemas como el de la gravedad o la aspersión, es el más preciso y, por tanto, el más eficiente.

El riego deficitario controlado es una estrategia consistente en aplicar un cierto déficit en las plantas, controlado en intensidad, momento y duración, para no sólo ahorrar agua, sino también de ayudar a mejorar la productividad y la calidad de la fruta.

Además, el Instituto ha explicado que se ha demostrado que en algunos cultivos, sobre todo en el almendro, el olivo y la vid, pero también en otros de fruta dulce: manzano, melocotonero, peral, cerezo, ciruelo, o bien en cultivos herbáceos anuales como el maíz, esta estrategia de riego permite maximizar la producción con menos aportación de agua de la que la planta podría consumir.