Continúa la caída libre de los precios mientras las fábricas comienzan a echar humo

Tanto era así que organizaciones como la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) pedían calma al sector productor ante la acelerada bajada de precios del aceite de oliva que se estaba registrando a la salida de las almazaras y hacían un llamamiento en aras de valorar su producto y mantener el precio del aceite en unos niveles razonables, máxime en una campaña “en la que no existe ninguna razón para su hundimiento”. Así, en un comunicado, esta asociación destacaba que no existen razones objetivas para que continúe este “brusco” descenso del precio del aceite de oliva en origen, que ha sido del 30% en los últimos tres meses. A su juicio, este descenso se ha producido por causas “más psicológicas”. Por un lado, según AEMO, los primeros olivareros en cosechar han querido asegurarse operaciones a precios interesantes, por lo que ofertaban sus aceites cuando aún la aceituna esperaba a ser molida; mientras que por otro lado existe poca liquidez en el campo dada la corta cosecha del año anterior, lo que limitó la facturación en las fincas. Por su parte, el mercado jiennense seguía parado a pesar de que comenzaba a arrancar la mayoría de las fábricas. La nula operatividad hacía que se ofertaran precios orientativos capitaneados por el lampante, que se establecía a 449/458 ptas./kg. (2.700/2.750 €/t.); mientras el botella lo hacía a 466 ptas./kg. (2.800 €/t.); el refinado, a 474 ptas./kg. (2.850 €/t.); y el AOVE, a 482/499 ptas./kg. (2.900/3.000 €/t.). El parqué cordobés se mantenía estancado, al tiempo que se ponían en marcha todas las fábricas. En la provincia salía algo de oferta y se realizaban compras al día, ofertándose el lampante a 458 ptas./kg. (2.750 €/t.); el botella, a 466/474 ptas./kg. (2.800/2.850 €/t.); el refinado, a 482 ptas./kg. (2.900 €/t.); y el AOVE, a 482/499 ptas./kg. (2.900/3.000 €/t.). En el parqué sevillano sólo se realizaban compras puntuales por necesidad mientras la campaña se encontraba muy avanzada. En este mercado se ofrecía el lampante a 458/466 ptas./kg. (2.750/2.880 €/t.); el botella, a 474/482 ptas./kg. (2.850/2.900 €/t.); el refinado, a 474 ptas./kg. (2.850 €/t.); y el AOVE, a 499/507 ptas./kg. (3.000/3.050 €/t.). En el mercado malagueño, caracterizado por una demanda muy lenta con abundancia de aceite viejo comprado, se ofrecía el lampante a 474 ptas./kg. (2.850 €/t.); y el AOVE, a 499 ptas./kg. (3.000 €/t.). El botella, por su parte, permanecía sin cotización debido a su ausencia. Los mercados en Lérida y Tarragona se encontraban con escasa operatividad. Se pedían precios más altos y sólo salían cisternas puntuales. Los AOVEs frutados de Siurana cotizaban a 566 ptas./kg. (3.400 €/t.), mientras que en Bajo Aragón no había oferta debido a la baja producción. Castilla-La Mancha -donde se intentaba operar pero la cornicabra seguía sin estar disponible- ofertaba el virgen extra a 499/516 ptas./kg. (3.000/3.100 €/t.); mientras el botella cedía hasta las 466/482 ptas./kg. (2.800/2.900 €/t.). A su vez, el mercado extremeño se encontraba marcado por una gran producción y muy poca actividad. Así, el lampante cotizaba a 458/466 ptas./kg. (2.750/2.800 €/t.); el botella, a 474 ptas./kg. (2.850 €/t.); y el virgen extra, a 491/499 ptas./kg. (2.900/3.000 €/t.). Por último, en el mercado valenciano, cuyos precios cedían debido a la escasez de demanda, se ofertaba el lampante a 458 ptas./kg. (2.750 €/t.); el botella, a 466/474 ptas./kg. (2.800/2.850 €/t.); el refinado, a 491 ptas./kg. (2.950 €/t.); y el AOVE, a 499 ptas./kg. (3.000 €/t.).