Sí, ha seguido lloviendo por el sur, y por el norte, y hasta por el centro del país. Lo que algunos han calificado como un “desastre” para el campo por la caída de fruto al suelo, otros lo han definido como un “alivio” para la seguía que azotaba la península en los últimos años. Ya se sabe, “nunca llueve a gusto de todos”.<br />Bien es cierto que estas lluvias siguen sujetando el mercado oleícola. De hecho parece ser que hasta alzaron sus cotizaciones, sobre todo en base a todas esas llamadas de atención de las organizaciones agrarias, aludiendo a que quizás se pierda el 10% de la cosecha, aunque no llegaron a mantenerlas, pues lo que sube pronto, baja más rápido aún.<br />En Jaén y Granada, por ejemplo, la demanda se paralizaba y eso hacía que las operaciones se ralentizaran y practicamente fueran inexistentes. Los precios se alzaron a principios de semana, debido al temporal, pero se fueron “desinflando” a lo largo de los días. Por ejemplo, los vírgenes extra llegaron a las 370 ptas./kg. (2.223 €/t.), aunque se estabilizaron, finalmente, en las 360 ptas./kg. (2.163 €/t.). Las demás calidades rondaron esa horquilla, situando los refinables en las 340 ptas./kg. (2.043 €/t.); los botella en las 350 ptas./kg. (2.103 €/t.); y, finalmente, los refinados se incrementaban hasta las 360 ptas./kg. (2.163 €/t.). <br />En Córdoba, la búsqueda de los aceites de más calidad marcaban la semana, situación que alzaba las cotizaciones. Las lluvias retenían a los productores que no podían vender.<br />Por lo tanto, sus precios se incrementaban en el entorno de 10 ptas., situándose en las 335/340 ptas./kg. (2.013/2.043 €/t.) los lampantes; en las 355/360 ptas./kg. (2.133/2.163 €/t.) los botella; y hasta las 365 ptas./kg. (2.194 €/t.) los vírgenes extra. Los refinados, por su parte, se establecían en la horquilla de 360/365 ptas./kg. (2.163/2.194 €/t.).<br />En Sevilla, seguían mirando al cielo, esperando que abriese y con él, la puerta del mercado. Así que, mientras esperaban más ofertas, los precios subían y volvían a bajar, sumidos en la montaña rusa que dominaba todos los mercados nacionales.<br />Los lampantes se encontraban en las 335 ptas./kg. (2.013 €/t.); los botella en 350 ptas./kg. (2.103 €/t.); los refinados a 360/365 ptas./kg. (2.163/2.194 €/t.); y, los vírgenes extra se elevaban hasta las 350/370 ptas./kg. (2.103/2.223 €/t.).<br />En Málaga, la situación que se respiraba era muy similar. Los altibajos marcaban los mercados de la Costa del Sol, con fuertes subidas y repentinas bajadas. La oferta ansiaba realizar operaciones, lo que se traducía en la falta de confianza por parte de los compradores. Así, los precios, puramente orientativos, mostraban un lampante a 340 ptas./kg. (2.043 €/t.); un virgen extra que también se elevaba hasta las 360 ptas./kg. (2.163 €/t.); y un virgen para envasar que se establecía en las 350 ptas./kg. (2.103 €/t.).<br />El mercado en Castilla-La Mancha se hallaba paralizado por la falta de molturación, que se realizaba prácticamente en Campo de Montiel. Sus mercados subían sus cotizaciones hasta las 355 ptas./kg. (2.133 €/t.) en el caso del virgen extra; y hasta las 340 ptas./kg. (2.043 €/t.) el botella. <br />El mercado barcelonés se aprovechaba de las lluvias y las heladas y alzaba sus cotizaciones para los botella, hasta las 375 ptas./kg. (2.254 €/t.); los refinados, hasta las 370 ptas./kg. (2.223 €/t.); y hasta las 385 ptas./kg. (2.314 €/t.) los vírgenes extra.<br />Finalmente, en Extremadura, el aceite de mejor calidad se guardaba esperando las “buenas ofertas”, lo que situaba las cotizaciones en 330/335 ptas./kg. (1.983/2.013 €/t.), los botella; los vírgenes extra en las 355/360 ptas./kg. (2.133/2.163 €/t.); y, finalmente, los refinables, en las 345/350 ptas./kg. (2.073/2.103 €/t.).