Afinales del mes pasado, se presentó en Madrid la XIV edición de la Memoria de Mercasa Alimentación en España 2011: producción, industria, distribución y consumo con datos muy destacados sobre Producción, Industria, Distribución y Consumo de Alimentación en España, correspondiente al pasado ejercicio. <br />Tal como apunta la publicación, en los últimos años, las producciones españolas de aceituna de mesa y de almazara han experimentado un importante crecimiento debido a las nuevas plantaciones, que se han estructurado con formas modernas y con técnicas de riego que triplican y cuadruplican la producción, al tiempo que propician la disminución de la vecería del olivo. En los últimos años se han plantado miles de nuevas hectáreas de olivar, y la causa de este incremento de las superficies cultivadas es el crecimiento de la demanda interior y exterior en los últimos ejercicios como consecuencia de una mayor valoración del aceite de oliva por sus cualidades dietéticas y saludables o, al menos, así debería ser.<br />Por otra parte, la cantidad de aceite producida, a efectos de calcular la renta agraria, se incrementó un 31% mientras los precios bajaron un 7,9%.<br />Este recordatorio de precios bajos parece repetirse semanalmente en un mercado que parece haberse dejado con el “piloto automático” hasta que se oferten los aceites nuevos. De hecho en Jaén y Granada, una semana más, el mercado se mantenía parado, y las operaciones eran prácticamente inexistentes. Los precios fluctuaban ligeramente a la baja a excepción del virgen extra, que incrementaba su horquilla hasta las 300/330 ptas./kg. (1.803/1.983 €/t.). Por su parte, el lampante se situaba a 270/275 ptas./kg. (1.623/1.653 €/t.); el refinado a 290/295 ptas./kg. (1.743/1.773 €/t.); y el botella a 285/295 ptas./kg. (1.712/1.773 €/t.). <br />En Córdoba, no se operaba nada, por lo que no había mercado. Los únicos movimientos que se realizaban eran los de los primeros vírgenes extra a un precio más elevado del que realmente se movía en el mercado -320/340 ptas./kg. (1.923/2.043 €/t.)-. Algunos arbequinos nuevos llegaban hasta las 360/365 ptas./kg. (2.164/2.194 €/t.), aunque los precios de los zumos que quedaban se mantenían a los mismos niveles, con un refinado a 290/292 ptas./kg. (1.743/1.755 €/t.); un lampante a 275 ptas./kg. (1.653 €/t.); un botella a 280/295 ptas./kg. (1.683/1.773 €/t.); y un virgen extra a 305/325 ptas./kg. (1.833/1.953 €/t.).<br />En Sevilla, al igual que sus vecinos andaluces, existía muy poca operatividad incluso en los aceites nuevos. Por ello, el lampante cotizaba a 270/273 ptas./kg. (1.623/1.641 €/t.); el botella se establecía a 290/295 ptas./kg. (1.743/1.773 €/t.), al igual que el refinado; y el virgen extra repetía a 325/360 ptas./kg. (1.953/2.164 €/t.)<br />En Málaga continuaba la apatía. Dependiendo de la variedad y de la intensidad se ofertaban nuevos AOVEs a 340/360 ptas./kg. (2.043/2.164 €/t.). Los “viejos” cotizaban a 320/330 ptas./kg. (1.923/1.983 €/t.); mientras los lampantes lo hacían a 275/280 ptas./kg. (1.6531.682 €/t.); y los botella a 290/295 ptas./kg. (1.743/1.773 €/t.).<br />En el mercado castellano-manchego no hay todavía nuevos aceites, lo que provocaba la paralización de las operaciones comerciales, que situaban el virgen para envasar, una semana más, a 295/310 ptas./kg. (1.773/1.863 €/t.).<br />Continuaban en blanco los mercados de Tarragona, Lleida y Bajo Aragón -donde se vendía el mejor arbequino nuevo por 370/378 ptas./kg. (2.224/2.272 €/t.)-; al tiempo que Barcelona se mostraba parada con un refinado a 294 ptas./kg. (1.767 €/t.); y un botella a 309 ptas./kg. (1.857 €/t.).<br />En Extremadura no se realizaban operaciones por falta de oferta y demanda. La campaña se percibía problemática, pues a pesar del deseo por vender (por hacer dinero o por cabida), no se realizaban operaciones, por lo que las calidades cotizaban en blanco.