En nada ha cambiado la situación de los mercados oleícolas nacionales después de que comenzaran sus particulares vacaciones de Semana Santa, inmersos en la más absoluta inactividad. La vuelta a la normalidad después de las Pascuas sólo ha servido para afianzar aún más los precios en un contexto donde ni se vende ni se compra, si no que los únicos movimientos registrados son los correspondientes con la retirada de partidas adquiridas con anterioridad y cuyo plazo de entrega se cumple en estas fechas. <br />Por si fuera poco, las lluvias caídas a lo largo de todos estos días no han hecho más que invitar a la cautela, a la espera de lo que pueda pasar. <br />Y es que, si bien es cierto que los chaparrones caídos han beneficiado a los campos, hasta el punto de remitir la situación de sequía pertinaz que amenazaba a nuestros olivares –de acuerdo a las declaraciones de Josep Puxeu, secretario general de Agricultura y Alimentación en la reciente presentación madrileña de Expoliva- no es menos cierto que esta buena noticia invita a pensar en una repercusión a la baja en los precios. Al menos en eso es en lo que confía la demanda, que azuza a la oferta para que rebaje sus cotizaciones una vez constatadas las bonanzas climatológicas sobre los olivos. <br />De esta manera, los mercados de las provincias de Jaén y Granada se mantenían inalterados con respecto a la semana previa a las fiestas. Sólo el aceite de oliva refinado jiennense cedía 5 pesetas por kilo hasta situarse en 455 ptas./kg. (2.364 euros/tonelada).<br />Algo similar sucedía en la provincia de Sevilla, con la única diferencia de que allí eran todas las cotizaciones referentes a las diferentes categorías de aceite de oliva las que permanecían inmutables. <br />En esta misma línea se desenvolvía el mercado cordobés, donde tampoco se producían cambios, aunque la lluvia, además de arruinar algunas procesiones religiosas, relajaba los ánimos.<br />Por su parte, la provincia andaluza de Málaga se mantenía firme en el precio de su virgen para envasar, que no bajaba de las 445/450 ptas./kg. (2.674/2.704 €/t.), mientras que el resto de aceites no cotizaba. <br />Tampoco en la provincia de Badajoz se registraron movimientos y allí, el virgen para envasar dejaba de cotizar después de haberse situado en el entorno de 435/445 ptas./kg. (2.614/2.734 €/t.). <br />Lo mismo ocurrió en el Levante español, donde además de no quedar prácticamente aceite disponible para la venta, ni siquiera se le asignó un precio. <br />Por su parte, la zona de Toledo no se mostró indiferente a esta pasividad generalizada y mantuvo sus cotizaciones, correspondientes con el aceite de oliva virgen extra y el virgen para envasar, menos de 1º, en los mismos niveles: 440 ptas./kg. (2.644 €/t.) y 455 ptas./kg. (2.734 €/t.).<br />Finalmente, las zonas de Cataluña y Bajo Aragón tampoco experimentaron cambios, aunque allí celebraron con más alegría –si cabe- la llegada de las lluvias, que vinieron a aliviar la sed de uno de los olivares más castigados por la sequía en nuestro país.