La pasada semana salían a la luz datos “curiosos” de los consumidores españoles de aceite de oliva. Los recopilaba la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía junto con las principales organizaciones de consumidores de Andalucía (Al-Andalus, Facua-Andalucía y UCA-UCE), en un estudio sobre el grado de conocimiento en torno a las diferentes categorías de aceite de oliva. En este sentido, se concluía que tan solo algo más del 50% de la población identifica correctamente los tipos de aceite de oliva -oliva, oliva virgen, oliva virgen extra y orujo de oliva-. Así, el aceite de orujo de oliva es considerado el de menor categoría, en contraposición con el aceite de oliva virgen extra, apreciado como el de mayor calidad.<br />Los que sí estaban dentro de los mercados oleícolas, seguían dando la bienvenida a los nuevos aceites, mientras intentaban vender los que quedaban de la anterior campaña. Algunos de los zumos recién molturados parecían faltos del aroma característico de estas fechas, que quizás se deba al exceso de humedad y altas temperaturas de las pasadas semanas. <br />Por su parte, los aceites de la anterior campaña intentaban buscar salida en los mercados con la misma tónica tranquila que ha dominado los últimos meses.<br />Jaén y Granada acogían pequeñas operaciones de partidas muy concretas. El precio de las calidades variaba levemente a excepción del virgen para envasar, que repetía a 300/305 ptas./kg. (1.803/1.833 €/t.). El lampante se alzaba levemente hasta las 290 ptas./kg. (1.743 €/t.), mientras que el virgen extra se establecía en las 310/320 ptas./kg. (1.863/1.923 €/t.) y los refinados en las 310 ptas./kg. (1.86 €/t.).<br />En Córdoba, la semana pasaba tranquila y con poco interés en los nuevos aceites que venían con retraso. El refinado se establecía en las 307/310 ptas./kg. (1.845/1.863 €/t.); el botella en las 300/305 ptas./kg. (1.803/1.833 €/t.); el lampante en las 290 ptas./kg. (1.743 €/t.); y el virgen extra se mantenía en las 325/330 ptas./kg. (1.953/1.983 €/t.).<br />Sevilla inauguraba sus nuevos aceites, muy diferenciados unos de otros, por lo que los precios dependían de la calidad, aunque ninguno parecía tener un sabor y aroma rotundos todavía. Los vírgenes extra se mantenían en las 330 ptas./kg. (1.983 €/t.); los lampantes se movían hasta las 285 ptas./kg. (1.712 €/t.); los botella permanecían en las 300 ptas./kg. (1.803 €/t.); y los refinados se incrementaban hasta la horquilla de las 305/310 ptas./kg. (1.833/1.863 €/t.)<br />En Málaga, la falta de prisa retrasaba las operaciones, que solo se efectuaban para cubrir necesidades de última hora. Los lampantes se situaban a 290/295 ptas./kg. (1.743/1.773 €/t.); los botella a 295/310 ptas./kg. (1.773/1.863 €/t.); y los vírgenes extra se movían hasta las 320/330 ptas./kg. (1.923/1.983 €/t.).<br />Toledo y Barcelona repetían cotizaciones. La única calidad que se movía, en el caso de Cataluña, era el refinado a 310 ptas./kg. (1.863 €/t.). Por su parte, Extremadura, aunque carecía de actividad, continuaba con precios más o menos estables, a excepción del lampante que no cotizaba. Se ofertaban los botella a 295/300 ptas./kg. (1.773/1.803 €/t.); y los vírgenes extra a 320/325 ptas./kg. (1.923/1.953 €/t.).