En concreto, los riesgos que más incidencia han tenido sobre la producción de olivar han sido la sequía, con casi 10.570 hectáreas afectadas; la mala floración, con más de 7.630 hectáreas; y el pedrisco, con casi 3.400 hectáreas dañadas. Asimismo, las provincias de Jaén y Córdoba han sido las que más daños han registrado, acumulando cerca del 60% de la superficie total afectada. De manera general, según Agroseguro, el ejercicio 2016 puede considerarse como de siniestralidad contenida, con unas indemnizaciones totales de 467,79 millones de euros y una superficie afectada de 960.000 hectáreas. El pedrisco, con 103,61 millones de euros; la sequía, con 68,34; y las lluvias, con una indemnización récord para este riesgo de 50,39 millones, han sido los riesgos que más siniestros han generado. Por regiones, Andalucía, Extremadura, Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana son las Comunidades Autónomas más afectadas por las adversidades climáticas que se han sucedido a lo largo del pasado año y entre las cinco acumulan casi el 63% del total.