Un reciente estudio realizado por el grupo de investigación Residuos de Plaguicidas de la Universidad de Almería demuestra cómo los envases de plástico pueden transferir de manera involuntaria sustancias químicas a los alimentos. A través de la combinación de distintas técnicas, han logrado detectar partículas nanométricas, imperceptibles hasta el momento con otros métodos, de las que se desconocen sus efectos sobre la salud humana.