Aunque las importaciones peruanas de aceite de oliva no son muy elevadas, en los últimos tres años han ganado peso, superando en 2018 a las de aceite de palma. Se trata de un producto que cada vez genera mayor interés y demanda en este mercado, como demuestra la reciente fundación de la Asociación de Catadores de Aceites de Oliva del Perú (Peruolivo), una entidad sin ánimo de lucro que se dedica a la organización de catas de aceite de oliva por todo el país.