Precisamente, el secretario general de Agricultura y Alimentación del MAPA, Fernando Miranda, ha valorado la importancia que tiene la industria de alimentación y bebidas en la economía española, asegurando que "es la primera industria manufacturera del país y uno de los principales sectores exportadores de nuestra economía. Además, para nosotros es un sector estratégico por el empleo y la riqueza que genera en el territorio rural". "A pesar de las dificultades que tuvimos en 2021, con limitaciones sobre HORECA, el turismo y la complicada coyuntura internacional, las empresas y los trabajadores del sector hemos realizado un gran esfuerzo que ha permitido amortiguar, en parte, los retrocesos registrados en el año anterior", ha destacado Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB. La producción real ha anotado un crecimiento del 5,3% con respecto a 2020, el equivalente a 139.655 millones de euros. Así, el sector de alimentación y bebidas ha podido solventar en gran medida el deterioro causado por las medidas aplicadas para contener la pandemia y su actividad solo dista en apenas 600 millones de euros de las cifras de 2019. Asimismo, el valor añadido bruto (VAB) en 2021 se cifró en 26.660 millones de euros, con un crecimiento del 11,2%. De esta manera, el peso de los alimentos y bebidas sobre el total de la economía se sitúa en el 2,5%, mientras que sobre las manufacturas ha llegado a superar el 19,5%. Balance del sector de los aceites Desde la perspectiva del mercado interno, las cifras aportan evidencias de una reducción del consumo de aceites -oliva, girasol, maíz, semillas y orujo- en los hogares, especialmente de las gamas de mayor presencia y valor, aunque con reducida incidencia sobre el nivel de facturación, que se ha visto incrementada de forma significativa con ascensos del orden del 37,3%. A este dinamismo han contribuido de manera notable la elevación de los precios, pero también lo han hecho el volumen de producción que arroja una valoración positiva del 2,3%, aunque todavía no se han alcanzado los niveles de 2015, referente del índice y, por tanto, igual a 100 en dicho ejercicio. En este escenario, el número de empresas ha experimentado un tímido crecimiento, menor de lo que representan las cifras del empleo total generado, cuantificado en 19.588 ocupados que, además, han contado con subidas salariales capaces de ampliar la brecha con los niveles medios alcanzados en el conjunto de la IAB, aproximándose a los 32.000 euros. Junto a estas elevaciones, capaces de incorporar en mayor medida empleos de calidad y mayor nivel de formación, esta industria ha seguido apostando por su capitalización abordando nuevos procesos inversores con valores ampliados a ritmos del 14,3% que han representado en torno al 2,7% de sus cifras de facturación y cerca del 7% de la inversión total realizada por la industria alimentaria. Consumo de aceites Concretamente, el informe destaca que de enero a noviembre de 2021, los españoles consumimos una media de 2,8 l. de AOVE, lo que supuso un gasto de 10,7 euros; 0,7 l. de aceite de oliva virgen (2,1 euros); y 3,7 l. de aceite de oliva refinado (10,5 euros). Con respecto a otras grasas, el aceite de girasol se impone como el más consumido, con un total de 3,1 l. (4,2 euros); seguido muy de lejos por el aceite de semillas, con 0,3 l. (60 céntimos); el aceite de orujo, con 0,1 l. (20 céntimos); y el aceite de maíz, con 0,01 l. (2 céntimos). En cifras totales, los consumidores gastaron 28,3 euros en aceites y consumieron un total de 10,6 litros per cápita.