Hong Kong, un mercado muy interesante para el aceite de oliva español de calidad

Así se desprende del estudio “El mercado de aceite de oliva en Hong Kong”, realizado por Trinidad Alonso Quirós, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial del Consulado de España en Hong Kong.

Este informe pretende dar una visión de conjunto del mercado del aceite en Hong Kong, analizando las características generales del mismo, su evolución en los últimos años y las perspectivas y oportunidades dentro de este sector, y en concreto para el aceite de oliva español.

El estudio destaca que Hong Kong es un mercado muy interesante para los productos agroalimentarios, pero maduro y competitivo. La población, de 7,2 millones de habitantes en 2013, depende en gran medida de las importaciones de alimentos ya que la producción local agroalimentaria es prácticamente inexistente.

Hong Kong es, además, un gran centro re-exportador, ya que no todo lo que importa se destina a consumo interno, si bien para el caso del aceite se consume alrededor del 80% de lo que se importa.

En concreto, en 2013 Hong Kong importó un total de 18 millones de dólares (4.505 toneladas) en aceite de oliva de los que 15,6 fueron de consumo aparente (datos de Experian). Además, debido a la inexistencia de producción local, este consumo provino exclusivamente de las importaciones y sólo se re-exportó el 13% las mismas.

España e Italia son sus principales suministradores, con una cuota de mercado agrupada del 90%. No obstante, Italia es el líder indiscutible, con una cuota de mercado superior al 70% tanto en refinado como en virgen.

España, por su parte, es el segundo país en importancia, con una cuota del 15%. Según este estudio, en 2013 el valor de las importaciones españolas se redujo considerablemente en un 39% (el volumen lo hizo en un 52%) hasta 338.467 dólares, un valor inferior al registrado en 2010.

Demanda de aceite

En cuanto a la demanda de aceite, el informe señala que Hong Kong no es un mercado tradicionalmente de aceite de oliva, ya que en su lugar, la base de la cocina cantonesa son los aceites vegetales, especialmente los de colza, maíz, soja y cacahuete. Y son éstos los que se emplean en la gran mayoría de restaurantes.

El aceite de oliva es un mercado nicho, si bien la preocupación por la salud de los hongkoneses está beneficiando su consumo de forma significativa, ya que goza de una excelente reputación como aceite saludable.

Asimismo, el aceite es percibido como producto saludable y algo más exclusivo que el resto de aceites para cocinar, más comunes y conocidos en Hong Kong. En general, el producto español es bien acogido y se conoce su calidad, sin embargo existe una fuerte competencia en el mercado por parte de Italia, que se posiciona como el líder del mercado, según este estudio.

En este sentido, el informe resalta que los productos italianos suelen ocupar los lineales centrales en los supermercados y ofrecen mayor variedad de tipos de aceite de oliva, marcas y tamaño de envase. El producto español, sin embargo, se posiciona como una alternativa, con mejor precio.

Por otro lado, el estudio subraya que uno de los atractivos del mercado de Hong Kong es la escasez de barreras a la entrada del aceite: aparte de las exigencias de etiquetado comunes a todo producto agroalimentario y las licencias de importación (cuya responsabilidad es exclusiva del importador, y un mero trámite), no existen normas reguladoras de la cantidad de mercancía a importar o las condiciones de la misma.

A pesar de la predominancia en el mercado del producto italiano, la tendencia en el consumo es hacia el aceite de oliva (y otros percibidos como saludables), en sustitución de los vegetales y de semillas.

En su opinión, aunque esta transición se observa sólo para un mercado nicho, se espera, de acuerdo con estimaciones de Euromonitor, que las ventas crezcan un 25% para 2018, el mayor crecimiento entre las categorías de aceites y grasas en este mercado. Lógicamente, según el estudio, existen oportunidades para el aceite español en ese sentido, que se puede aprovechar de la imagen saludable del producto ofreciendo mejores precios en un mercado saturado por productos italianos.