¿A qué saben las elecciones?

El Parlamento Europeo quiso darle un toque especial a la noche del 25 de mayo, para lo cual puso en marcha A Taste of Europe (El sabor de Europa), una aplicación interactiva en Facebook mediante la que se pudieron compartir recetas y elegir el alimento más popular de Europa mientras se seguía el recuento electoral. Desde dicha aplicación, cada usuario pudo publicar sus recetas favoritas y descubrir la diversidad gastronómica de la Unión Europea. Además, tuvieron la posibilidad de añadir sus propias aportaciones y votar por cada una de las recetas. Asimismo, también existía la opción de descargar una serie de productos que incluían un paquete de fiesta, manteles con la imagen del hemiciclo, marcadores de bebidas, servilleteros, una caja de palomitas de maíz y un juego para poner a prueba los conocimientos sobre Europa. Esta iniciativa contó con el reconocimiento de mediáticos cocineros de Francia, Irlanda, Italia, Alemania, Grecia, Croacia y Rumanía, quienes crearon sus propias recetas electorales. De hecho, dos de ellos, el francés Pierre Lefebvre y el irlandés Clodagh McKenna, estuvieron presentes en los alrededores del Parlamentarium de Bruselas, donde los ciudadanos que lo desearon pudieron intercambiar experiencias con ellos. Con esta selección de chefs, y observando sus respectivas nacionalidades, nos imaginamos que el aceite de oliva brilló por su ausencia, a no ser que Italia hiciese patria y reactivase al público rociando el banquete con la vitamina del Mediterráneo. Aunque nos inclinamos más por ser videntes kamikazes e imaginar esos platitos blancos de porcelana demodé donde reposaron bloques aladrillados de mantequilla para goce de los europarlamentarios de los países de Europa del Norte, aquellos que nos siguen viendo como pequeños hombres morenos y sureños que beben aceite para desayunar. Estados Unidos, sin embargo se está impregnando de este producto a pasos agigantados. Una investigación reciente liderada por el profesor Haiyan Tong, de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), indica que tomar aceite de oliva también puede contrarrestar algunos de los efectos cardiovasculares adversos de la exposición a la contaminación atmosférica. Y ellos lo han celebrado. A ver si va a ser verdad aquello que decía Lorca en su Poeta en Nueva York de que existe un lugar "donde el Hudson se emborracha con aceite". Por si no lo habían notado, ningún chef español participó en la selecta iniciativa europea. Sólo por esa razón ya podemos hacernos una idea de a qué saben las elecciones, sean de donde sean. En efecto, amargas.

¿A qué saben las elecciones?

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