Los principales exportadores a este mercado son España, Turquía, Italia, Lituania y Grecia, siendo nuestro país líder indiscutible de ventas con una cuota de mercado del 67,32% en 2014.
Según este estudio, el consumo de aceite de oliva aún es limitado, ya que el desconocimiento es alto y suele tener usos específicos (ensaladas, platos especiales, etc.).
A nivel de producto, el aceite de oliva tiene una “gran presentación” en el mercado, con posicionamiento destacado en las superficies comerciales, gran variedad de marcas y productos muy identificados con su procedencia.
Los principales puntos de venta son los hipermercados y supermercados junto con las tiendas Premium. El estudio señala que el aceite de oliva no suele encontrarse en los bazares o mercados clásicos y si es así existen mayores riesgos de falsificación y de productos de baja calidad.
Respecto a la percepción del producto español, el informe indica que es considerado de alta calidad y una muy buena opción calidad-precio, aunque la problemática del mercado es que el conocimiento del producto es todavía limitado.
Mayor crecimiento
El informe de ICEX también destaca que el mercado del aceite presentó el mayor crecimiento entre los demás aceites con un incremento del 31% en 2014.
A su juicio, la occidentalización de la población, el aumento de superficies de ventas modernas, un mayor conocimiento de calidad sobre el aceite de oliva y un desarrollo de la educación gastronómica hacen que este mercado vaya cogiendo mayor relevancia.
Uno de los mayores problemas del mercado kazajo es la logística y su alejamiento geográfico. El acceso al mercado se tiene que realizar bajo los estándares de la Unión Económica Aduanera de la que Kazajistán forma parte.
Para este organismo el país es un reto para la exportación y presenta dificultades, si bien este hecho no debe desalentar a la empresa española a exportar, ya que presenta oportunidades interesantes.
