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Una radiografía de la oleicultura en Irán

Una radiografía de la oleicultura en Irán

martes 10 de mayo de 2016, 12:09h

09/05/2016 - El Consejo Oleícola Internacional (COI) dedica su último informe de mercado a analizar la evolución y situación de la oleicultura en Irán, país miembro de este organismo desde enero de 2004 y que acogerá la 47ª reunión de su Comité Consultivo junto con un seminario interregional sobre calidad, marketing y biodiversidad, que tendrán lugar en Teherán los próximos 16 y 17 de mayo.

Según destaca el COI en su informe, Irán comparte muchas características geográficas y raíces históricas comunes con los países mediterráneos, que son el centro de los principales cultivares del olivo. La historia temprana del olivo en Irán está rodeada de incertidumbre, sin embargo, el olivo se menciona en los antiguos himnos religiosos iraníes que datan de hace 2.000 años.

La mayor parte del patrimonio varietal de Irán se encuentra en el valle de Sefi-Rud, Tarom y Manjil, a unos 60-70 kilómetros de la costa del mar Caspio.

Las variedades del olivo se distribuyen entre las provincias de Gilan, Zanjan, y Golestán en el norte y Khozestan y Fars en el Sur; mientras que las zonas oleícolas más importantes se encuentran en la provincia de Gilan (Loshan, Manjil, Rodbar, Aliabad, Jodaky, Vakhman, Bahramabad, kalashtar, Koshk, Rostamabad, y Ganjeh).

La mayoría de las aceitunas cultivadas en Irán pertenecen a 10 cultivares tradicionales (Mari, Zard, Rowghani, Gelooleh, Shengeh, Khormazeitoon, Khara, Dakal, Dezful, y Fishomi).

Hoy en día, según los datos del COI, Irán cuenta con 36.000 explotaciones agrícolas con olivos, con una superficie de cultivo de más de 88.000 hectáreas, de las cuales el 70% se destina a la producción de aceituna de mesa y el 30% a aceite de oliva. El 91% del total de la superficie corresponde a regadío y el resto a secano.

Este organismo también ha precisado que en los últimos tiempos la superficie de cultivo se ha reducido en dos ocasiones debido a las condiciones climáticas adversas: en 2011, cuando descendió de 104.000 a 100.000 hectáreas; y en 2014, al pasar de 105.000 a 82.000 hectáreas; si bien este país prevé aumentar su superficie hasta alcanzar en 2018 más de 100.000 hectáreas.

A su vez, el cultivo del olivo representa una fuente importante de empleo en Irán generando en la campaña 2014/15 un total de 9 millones de jornadas de trabajo, de las cuales 30.000 se dedican a las industrias de aceite de oliva y aceituna de mesa.

Por su parte, la modernización del sector se constata a través de la evolución de las cifras, ya que, según las estadísticas disponibles en el año 2011, el número de almazaras era de 49, de las cuales 31 correspondían a almazaras modernas de dos o tres fases. En la actualidad, Irán dispone de 74 almazaras de las cuales 73 son almazaras modernas de dos o tres fases y una almazara con prensas o superprensas. Asimismo, las plantas de elaboración de aceituna de mesa han pasado de 30 en 2011 a 200 en la actualidad.

Respecto a la producción de aceite de oliva en Irán, a pesar de registrar oscilaciones entre campañas, ha aumentado un 160% en las últimas trece campañas, al pasar de 2.500 toneladas en 2003/04 a 6.500 toneladas en 2015/16.

Además, la producción media de las últimas campañas es de 5.000 toneladas, aunque el consumo es dos veces mayor que la producción con alrededor de 10.000 toneladas (media de las últimas seis campañas) que se compensan con unas importaciones medias de 5.000 toneladas que proceden en su mayoría de Turquía, Siria, España e Italia.

 

Aceituna de mesa

En el caso de la aceituna de mesa, según el COI, la producción se ha desarrollado más que la del aceite de oliva, al pasar de 12.000 toneladas en 2003/04 a 76.500 toneladas en la campaña 2015/16, lo que representa un aumento de 64.500 toneladas. 

El consumo, por su parte, evoluciona en función de la producción, ya que la totalidad de la producción se consume a nivel local.