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¿Qué opina el sector oleícola sobre los presuntos casos de 'venta a pérdidas' de aceite de oliva?

¿Qué opina el sector oleícola sobre los presuntos casos de "venta a pérdidas" de aceite de oliva?

miércoles 22 de junio de 2016, 11:12h

21/06/2016 - Inadmisible, indignante o perjudicial son algunos de los calificativos empleados por representantes del sector oleícola en declaraciones a Mercacei tras solicitar la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que inicie una "exhaustiva" investigación sobre la cadena de supermercados DIA ante un presunto caso de "venta a pérdidas" de aceite de oliva. 

La organización agraria denunció el pasado 10 de junio en un comunicado que, coincidiendo con la “Semana de los Preciazos”, DIA ofertó aceite de oliva a 2,19 euros/litro, un precio “muy por debajo de las cotizaciones en origen y de los costes de producción”.  

“O bien se está vendiendo a pérdidas o la calidad ofertada podría no corresponder con el contenido de los envases”, subrayó el responsable del sector del olivar de COAG, Gregorio López, al tiempo que añadió que pedirán al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que active el sistema de vigilancia de precios anormalmente bajos en aceite de oliva y analice el contenido del aceite que se está ofertando en esta cadena de supermercados. 

Tras esta denuncia, DIA aseguró que mantiene procesos constantes de análisis de la calidad de todos los productos que comercializa y que todos los test realizados al aceite comercializado reflejan la calidad del mismo. Además, la compañía indicó que no está realizando venta a pérdidas, respetando siempre la legislación vigente, y que la campaña promocional de aceite, puesta en marcha entre los días 9 y 21 de junio, tiene como objetivo "ofrecer siempre a los clientes la mejor calidad al mejor precio". 

Días después, COAG informó de que Alcampo se ha sumado a la ”venta a pérdidas” iniciada por DIA, lanzando una “agresiva” oferta de aceite de oliva de la marca Ábaco, a 2,18 euros/litro, un céntimo por debajo de la realizada por DIA y “muy por debajo” de los precios en origen actuales (2,60 euros) y de los costes de producción de un litro de aceite de oliva (2,30 euros). 

Desde la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), su presidente Jesús Santolaya, ha destacado que es “absolutamente inadmisible que un producto al cual se está alabando por su calidad y bondades gastronómicas sea utilizado como producto gancho por las grandes cadenas de alimentación. “Estas contradicciones españolas nos han derrotado con el paso de los años y están haciendo mucho daño al sector”, ha asegurado Santolaya, al tiempo que se ha preguntado sobre “qué pensaríamos si los italianos pusieran como producto gancho la mozzarella o un francés un coñac”. 

En la misma línea se ha manifestado el ingeniero agrónomo y director de Proyectos de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), José María Penco, quien también se ha preguntado si se atreverían a utilizar el vino tinto francés como producto “gancho” en pleno sur de Francia o los quesos en el centro de Holanda, banalizando el producto. 

En su opinión, “los directivos de estas cadenas deberían valorar mejor sus estrategias comerciales y, ante todo, no negar la evidencia” y cree que “utilizar el aceite de oliva como producto gancho en España, centro de gravedad mundial del cultivo del olivo, es, además de una ilegalidad, una torpeza por el daño que genera allá donde pretenden vender más”. 

Penco se ha mostrado de acuerdo con la respuesta de las organizaciones españolas y de la AICA estableciendo diligencias para la inspección, “puesto que si ellos niegan que vendan a pérdidas es lícito sospechar del producto que ofertan, toda vez que el valor en origen es superior al PVP”. “Sin duda, el daño comercial por el impacto de la noticia de inspección debería también hacerles sopesar la idoneidad de esta estrategia en próximas ocasiones”, ha remarcado. 

Fuentes de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) han solicitado que se cumpla la ley y que el Magrama convoque la comisión de seguimiento del convenio para la valorización y mejora de la calidad del aceite, rubricado en enero de 2014, ya que se trata de “un asunto de trascendencia general sobre un precio que al menos resulta llamativo, por lo que habrá analizarlo con los datos del Ministerio”.

Y es que “el convenio para la valorización y mejora de la calidad del aceite salta por los aires con medidas de este tipo y con precios inferiores a las cotizaciones en origen”, ha remarcado el responsable del servicio técnico de materias grasas de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Ramón Díaz, quien ha considerado que es “de lógica” que se reúna la comisión de seguimiento de este acuerdo.

 

Falta de coordinación entre administraciones

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha explicado que desde la entrada en vigor de la ley de cadena alimentaria, la organización ha puesto más de 20 denuncias ante la AICA, por actuaciones similares a las que se están llevando a cabo en los últimos días con el aceite de oliva, por parte de las empresas de la distribución. “Es indignante la falta de coordinación entre diferentes administraciones, ya que hemos podido comprobar como ante una misma denuncia una Comunidad Autónoma ha llegado hasta el expediente sancionador y otra no ha visto signos de incumplimientos de la ley”, ha precisado. 

A su juicio, detrás de estas ofertas existe una clara actuación de venta a pérdidas, entre el precio en origen y el precio de venta al público, y ha avanzado que va a denunciar “cualquier práctica que pueda poner en riesgo el futuro de cientos de miles de olivareros, y no dudará en señalar a las empresas que lo lleven a cabo”. En este sentido, la semana pasada el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, ha remitido una carta al presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) informando de la totalidad de denuncias que la organización ha puesto en marcha ante la empresa DIA. 

“Lamentablemente estas noticias son cada vez más frecuentes y hay ocasiones como estas últimas en las que matemáticamente es evidente que se trata de ventas a pérdidas”, ha resaltado el director gerente de Oleoestepa, Álvaro Olavarría, quien ha señalado que, sin embargo, ahora, y por las respuestas dadas, hay que ver quien vende a pérdidas: si el distribuidor o el proveedor.

Olavarría ha apuntado que también hay que conocer cómo se lleva a cabo la denuncia, pues la AICA a iniciativa propia o por denuncia de un tercero investiga el tema y en su caso traslada informe a la Comunidad Autónoma que tiene las competencias para incoar expediente de denuncia y llegado el caso imponer una sanción. 

“Cada empresa tiene su propia estrategia para hacer negocios con el aceite de oliva. Cuando no hay nada de valor detrás de una marca sólo les queda depender de estas acciones promocionales y banal de vender, que probablemente también estén muy relacionadas con una baja calidad”, ha aseverado. 

 

Perjudicial para la imagen del producto

En torno a la “enorme polvareda” que ha levantado este asunto, Laura Sandúa, gerente de Aceites Sandúa, ha indicado que habrá que esperar los resultados de la investigación puesta en marcha por el Ministerio de Agricultura para dilucidar si ha habido un incumplimiento de la legislación vigente o no por parte de estas cadenas de distribución.

En cualquier caso, según Sandúa, “el aceite de oliva tiene un precio medio en origen claro e ir por debajo significa o venta a pérdida o una posible adulteración de la calidad del producto”. En definitiva, “este tipo de acontecimientos perjudica a todos los que trabajamos en el sector, porque afecta directamente a la imagen del aceite de oliva que está viviendo uno de sus mejores momentos a nivel internacional en cuanto a su prestigio como alimento saludable y calidad de sabor”, ha añadido.

El presidente del Consejo Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Rafael Sánchez de Puerta, ha afirmado que utilizar como “gancho” un producto no es bueno ni para su imagen ni para los envasadores y ha señalado que no es entendible como se pueden provocar este tipo de situaciones cuando el precio en origen del aceite de oliva lleva mucho tiempo por encima de la oferta realizada por esta cadena de distribución. “Si hay cadenas de distribución que están dispuestas a vender el aceite más barato de lo que les cuesta esto lleva consigo que haya un aumento de consumo y con ello de demanda”, ha precisado.

 

Llamamiento a todo el sector 

La presidenta de QvExtra! Internacional, Soledad Serrano, ha valorado que COAG levante la voz ante hechos como este, que “llevamos presenciando bastantes años, para que se ponga fin a la banalización del producto que no beneficia a nadie y que perjudica sobre todo al agricultor”. A su juicio, es especialmente grave teniendo en cuenta que España es el principal país productor del mundo y que con otro tipo de estrategia de valor añadido, “el aceite de oliva sería un verdadero motor económico de nuestros pueblos”.  

Serrano ha señalado que desde QvExtra! Internacional “hacemos un llamamiento a todo el sector, encabezado por nuestra Interprofesional, a dar un golpe de timón a la estrategia de producir mayormente oliva y, en cambio, potenciar la excelencia de nuestros agricultores. A convertir al aceite de oliva en todo su conjunto en un producto de demanda y no de oferta y esto sólo se consigue haciendo campañas de comunicación al ama de casa y al consumidor final, cual sea, de las diferencias varietales de los vírgenes extra, de las gamas de sabores y aromas y de las ventajas saludables que encierra este zumo natural de aceituna”. “El gran problema de este sector es la enorme falta de conocimiento por parte del consumidor español porque en nuestra vecina Italia se consume tres veces más virgen extra en un hogar familiar que en España”, ha añadido.  

A su vez, Miguel Carrasco, maestro de almazara de Almazara As Pontis, ha apuntado que el hecho de que los aceites de oliva se utilicen como artículo “gancho” en los lineales “dice mucho de lo poco que se está valorando el sector del olivar en toda su amplitud en este país, siendo España el mayor productor del mundo”. 

En su opinión, la falta de información y diferenciación de las categorías en las que se clasifica la calidad de los aceites de oliva hacia los consumidores es una de las claves para que este tipo de “fórmulas de venta” consigan su objetivo: hacer creer al consumidor que ha comprado el mejor producto al mejor precio.  

Además, para Carrasco, la venta a pérdidas por parte de algunos supermercados, “indica una falta de respeto e infravaloración de este sector, tan importante en la economía de nuestro país y con un arraigo histórico y cultural indiscutible”. “Es de suma importancia que se establezcan unos precios mínimos de los aceites en origen, en todas sus categorías, y que los oleicultores reciban lo justo por su trabajo en el olivar. Por parte de las administraciones no se debe permitir que este tipo de actuaciones de venta a pérdidas queden impunes. Deben ser castigadas de manera severa, dado la importancia que es para nuestro país el futuro del olivar y, con ello, todo lo que lo rodea”, ha concluido.