En este encuentro han participado el Fondo Común para Productos Básicos (CFC); el Instituto del Olivo de Túnez, organismo de ejecución del proyecto; el Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Marruecos (INRA), el Instituto Técnico para Árboles Frutales y Vid de Argelia (ITAF), el Instituto de Investigación de Horticultura de Egipto y la Oficina Nacional de Aceite de Oliva de Túnez, como entidades colaboradoras.
Los principales objetivos de este proyecto son aportar a los agricultores un mayor acceso a los genotipos del olivo nativos adaptados a condiciones ambientales específicas; aumentar el potencial de rendimiento de los olivares, proporcionando plantas de calidad superior y ampliando la gama de opciones de material vegetal; e incrementar los ingresos en las zonas rurales.
Para ello se establecerán cuatro viveros modernos, uno en cada país participante, que servirán como centros de excelencia. Asimismo, se espera una producción de 25.000 plantas de olivo al año en cada centro colaborador para al menos 340 agricultores al año.
También prevé el suministro de plantas de alta calidad que cumplen con las normas fitosanitarias, así como una selección más amplia de variedades; y proporcionar asistencia técnica y capacitación para los viveros, agricultores y otros agentes.
Según ha informado el COI en su página web, la reunión con dichos organismos se ha centrado principalmente en la evaluación de los resultados obtenidos y en la utilización racional de los recursos financieros de las actividades del proyecto durante los dos primeros años de ejecución. Otro de los objetivos ha sido aportar una serie de recomendaciones para mejorar las actividades, si es necesario y posible, durante el período restante del proyecto.
Asimismo, los participantes han hecho especial hincapié en la importancia de la formación, por lo que los responsables de los centros colaboradores se comprometieron a intensificar las actividades en este área y continuar sus acciones en los próximos meses con el fin de finalizar la instalación de invernaderos y hacerlos plenamente operativos; dar a conocer las variedades secundarias de acuerdo con las recomendaciones que figuran en la guía interactiva del COI sobre "la producción de plantas de olivo en viveros y técnicas de producción"; y la organización de actividades de formación centradas en términos de rendimiento y en la calidad de los productos de variedades secundarias que mejor se adaptan a ciertas condiciones ambientales (factores bióticos y abióticos).
