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Las salidas, por su parte, viven un momento dulce. El sector del aceite de oliva ha impulsado las exportaciones agroalimentarias en 2017 y por primera vez se ha situado como el producto más exportado, con unas ventas de 3.727 millones de euros y una tasa de crecimiento anual de un 18%. Así lo ponía de manifiesto el responsable del programa de Fundación Lafer y ESADE Estrategia de Internacionalización en el Sector Agroalimentario, Jaime Palafox, durante su intervención en la sesión El sector exterior agroalimentario en 2017: Datos básicos, retos y oportunidades, celebrada recientemente en el campus de ESADE Madrid. Según los datos de la Fundación Lafer acerca de los destinos de las ventas españolas, el principal mercado sigue siendo la UE -en especial, Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido-, aunque también es notable la evolución en Marruecos, Japón, México y Corea del Sur. Sin embargo, si analizamos los datos con una mayor perspectiva en cuanto a los últimos cinco a diez años, los mercados de Asia Oriental y el Sudeste asiático, los países árabes y México son los más dinámicos en cuanto a crecimiento, con tasas que superan en algunos casos el 15%. “Cada país tiene particularidades y complejidades propias como mercado. Para salir al exterior es fundamental contar con la formación y las herramientas adecuadas para llevar a cabo una buena estrategia de diversificación de mercados, diferenciación de producto y digitalización”, concluyó durante la sesión Enrique Verdeguer, director de Esade Madrid. Razón no le falta, y es que además estamos de suerte, lo healthy está de moda. Según uno de los últimos estudios de mercado del ICEX, la moda foodie se presenta en algunos países como Suiza como una vía muy interesante para difundir el valor añadido que puede proporcionar el aceite de oliva como la alternativa más atractiva a otras grasas comunmente consumidas en el país helvético. Resulta que más del 90% del aceite de oliva que se consume en Suiza es AOVE. Así, el consumo anual de aceite de oliva en este país se sitúa en 4 millones de litros, con una tasa de crecimiento del 5% en los últimos diez años. Junto con Francia, encabeza el ranking del grupo de países no productores que destina el aceite de oliva para uso casi exclusivo como condimento y en muy poca medida para cocinar. Sin embargo, el avance de la alimentación vegana y la vegetariana, la moda foodie o comidista y la vuelta a los principios de la cocina en el hogar han dado un vuelco a esta tendencia. Las nuevas tendencias, según subraya el ICEX, caminan hacia una oferta cada vez amplia con los zumos ecológicos en gran auge en todos los segmentos; aceites con aromas; tipos de envases de gran diseño; presentaciones encapsuladas y orígenes exóticos, entre otras. ¿Una simple moda? Puede ser, pero con estas tendencias y un producto final como el AOVE quién necesita más herramientas.

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