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Los beneficios saludables del aceite de oliva disparan su consumo en Australia y Nueva Zelanda

Los beneficios saludables del aceite de oliva disparan su consumo en Australia y Nueva Zelanda

lunes 16 de abril de 2018, 11:00h

Según los últimos datos del ICEX, el consumo per cápita de aceite de oliva en Australia se ha duplicado en los últimos años, mientras que en Nueva Zelanda se ha puesto de moda gracias a la difusión de sus efectos saludables y al aumento de la renta disponible de los hogares. Los AOVEs de calidad y con un packaging atractivo tienen muchas posibilidades de triunfar en dos mercados con elevadas previsiones de crecimiento.

Como refleja el último informe del ICEX, "El mercado del aceite de oliva en Australia", el país aussie no cuenta con una larga tradición de producción de aceite de oliva. A pesar de ello, en los últimos 20 años, el número de toneladas producidas se ha incrementado un sorprendente 4.200%, alcanzando las 21.000 t. en la campaña 2016/17. Sin embargo, el gran consumo existente en Australia -45.000 t. en esa misma campaña- obliga a importar producto generalmente de España e Italia.

En comparación con las importaciones, las exportaciones siguen siendo relativamente pequeñas y se prevé que siga siendo así. En general, se exporta aceite de oliva virgen extra a países de origen asiático.

El consumo per cápita de aceite de oliva en Australia se ha duplicado en los últimos 15 años. Según el ICEX, la media se sitúa en torno a los 2 litros por persona y año, si bien cabe destacar que quienes consumen este tipo de aceite tienen predilección por los productos beneficiosos para la salud, frescos y/o la cocina mediterránea. Por regla general, el origen y precio son los factores fundamentales a tener en cuenta. A pesar del aumento del consumo de aceite de oliva australiano gracias a las campañas mediáticas realizadas, más de la mitad del producto consumido es importado por ser percibido como de buena calidad y contar con precios más bajos.

En Nueva Zelanda, por su parte -tal y como informa el estudio "El mercado del aceite de oliva en Nueva Zelanda"-, el aceite de oliva es un producto que cada vez se consume más debido a sus conocidas propiedades saludables. Al igual que en Australia, el país depende en gran medida de las importaciones de países como Italia y España para abastecer a la población, ya que su producción es tan solo un 10% del consumo nacional. A pesar de esto, desde hace algunos años el producto mediterráneo se ve afectado por la mejor percepción del producto local, que se considera de calidad superior.

El ICEX prevé que el consumo de aceite de oliva siga creciendo en los próximos años en el país oceánico, en línea con el aumento de renta disponible de los hogares, ya que a mayor renta mayor consumo de aceite de oliva y menor de otros aceites más baratos como el de girasol. La previsión es que al aumentar el consumo también sigan creciendo las importaciones, como ya ha pasado en los últimos años, ya que la producción local, por sus características, tiene muchas dificultades para crecer al mismo ritmo que el consumo.

Marcas y precios en un mercado gourmet

Los precios del aceite de oliva en ambos mercados han aumentado en los últimos cinco años a causa del incremento de los precios en origen debido a las malas cosechas europeas de los últimos años. No obstante, este crecimiento se ha visto limitado en Australia por la guerra de precios entre las grandes cadenas de supermercados y la aparición de las marcas blancas.

En Nueva Zelanda existe una gran diferencia de precio entre los productos de marca de distribuidor -que suelen ser de origen mediterráneo- y los locales, que habitualmente se venden en establecimientos gourmet o delicatessen. Por lo general, el producto vendido en supermercados es de un precio muy inferior a los de tiendas especializadas. En este sentido, desde el ICEX aseguran que aquellos productores interesados en este mercado deben aprovechar las oportunidades que se están presentando para los AOVEs Premium, orgánicos o con distintos formatos o sabores que ofertar.

En Australia, por su parte, se percibe el aceite de oliva como un producto gourmet de venta en supermercados o tiendas especializadas. Se reconoce a España como un gran productor que ofrece una buena relación calidad-precio. Sin embargo, esta imagen se ha visto devaluada por la activa promoción del consumo nacional y descrédito de los aceites de importación llevada a cabo por las instituciones públicas australianas.

No obstante, se espera que en los próximos años el consumo de aceite de oliva en el país aussie siga creciendo por la continua demanda de alimentos frescos y saludables. A su vez, los precios también seguirán creciendo gracias al continuo aumento de los precios en origen.

Tal y como aconseja el ICEX, la entrada de nuevas empresas interesadas en exportar aceite de oliva en el mercado australiano tendrá que acompañarse de un plan de trabajo elaborado cuidadosamente y teniendo en consideración que se necesitará innovar y ofrecer un valor añadido al producto que lo diferencie de alguna forma del resto de sus competidores.

Así, el informe concluye asegurando que la alta rivalidad en un mercado saturado tendrá que superarse con productos novedosos, packagings originales, precios competitivos y búsqueda de canales alternativos vinculados a la salud, la belleza o el deporte.

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