Hola y adiós, y viceversa

Lo cierto es que, aunque todo ha ido muy rápido, al sector le dio tiempo a preocuparse, y razones no le faltaban. Todos recordamos las remodelaciones -en forma y lenguaje- del Ministerio de Agricultura durante la era “ZP”. De hecho, tuvimos que soportar una legislatura completa -la segunda- sin Agricultura y Alimentación en el triste Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, cuyas siglas (MARM) siguen antojándose similares a un trabalenguas digno de algunos de los discursos más sonados del ahora ex presidente. La inquietud provenía de que, nada más investirse Pedro Sánchez como nuevo presidente del gobierno, fueron filtrándose ministerios y ministras (también algún varón ha quedado por ahí suelto), de entre las que resonaba la cartera de Medio Ambiente. Así, sin más. Y claro, todos temíamos lo peor. Pasaban los días y se iban disipando las dudas acerca de todos los demás ámbitos menos el agroalimentario. Que si Ministerio de Igualdad, Ciencia, Innovación y Universidades, Política Territorial y Función Pública... y ni una mención a lo que viene siendo el campo y los alimentos. Lo que no se imaginaba nadie era que pasaríamos de 13 a 17 ministerios y ahí, en la prórroga, estaba por fin el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. ¡Uff, qué alivio! Y qué gusto verlo así escrito con todos los términos que realmente importan. Al frente, Luis Planas, quien fuera consejero de Agricultura en Andalucía, algo que ha sumado muchos puntos en nuestro sector. La acogida -siempre desde la prudencia- ha sido bastante buena por parte de instituciones, organizaciones agrarias e incluso periodistas del ámbito agroalimentario, que destacan su experiencia en el sector y su conocimiento de las instituciones europeas, algo fundamental -consideran- a las puertas de la negociación de la nueva Política Agraria Común y el marco presupuestario del periodo 2021-2027. No podemos olvidar que Isabel García Tejerina ha dejado el listón alto. Sin ir más lejos, Felipe VI improvisó un discurso de despedida en el último acto que compartieron juntos la pasada semana, en el que aseguró que “ha sido un tiempo lleno de satisfacción, aunque pleno de trabajo”, para posteriormente felicitarla personalmente: “Gracias por esos años”. Tejerina deja a su sucesor numerosos desafíos encima de la mesa, como la revisión de la política de seguros agrarios, la modernización del regadío o la mejora de la Ley de la cadena alimentaria. Sobre este tema, se ha pronunciado el director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España, Agustín Herrero, quien ha asegurado que, gracias a la experiencia de Planas en el sector, “cogerá el hilo rápidamente”. Son tiempos extraños, no sólo para nuestro sector, sino para nuestro país. ¿Sobrevivirá este gobierno? ¿Sobreviviremos nosotros a él? Sea como sea, tendremos que dar un voto de confianza a este Gobierno Frankenstein, Zugarramurdi o como quiera que lo llamen. Que ya somos mayorcitos y no tenemos por qué dormir con la luz encendida.

Hola y adiós, y viceversa

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