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¿Qué sabe el consumidor italiano sobre AOVE?

¿Qué sabe el consumidor italiano sobre AOVE?

lunes 02 de julio de 2018, 11:00h
El Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (Ismea) de Italia ha presentado su informe Gusto in-EVOluzione, en el que pone de relieve la confusión del consumidor transalpino con respecto a las categorías o la procedencia del aceite de oliva, lo que se traduce en mayor tiempo a la hora de elegir en el lineal.

En el marco de la última edición de SOL&Agrifood, tuvo lugar la charla “EVO-lución del gusto: puntos de vista sobre el consumidor de aceite hoy y mañana”, un encuentro que sirvió al Instituto de Servicios para el Mercado Agroalimentario (Ismea) de Italia para presentar su informe titulado Gusto in-EVOluzione.

El estudio, basado en encuestas al consumidor de aceite de oliva, indica que en Italia, en los últimos diez años, el espacio disponible para los diferentes aceites de oliva ha sufrido cambios en los expositores de la gran distribución.

Entre otros datos, el documento revela que la presencia de aceite de oliva en los lineales italianos se ha reducido del 1,7% en 2008 al 0,5% en 2017; mientras que ha aumentado significativamente el espacio dedicado al AOVE 100% italiano (de 13,3% al 26,6%). También aumentó ligeramente el lugar ocupado por el aceite con Denominación de Origen Protegida o Indicación Geográfica Protegida (del 10,6% al 12,9%).

Según el informe, a pesar de tendencias emergentes como la búsqueda de calidad, el sabor o el origen, el consumidor todavía muestra una confusión considerable con respecto al producto, al no identificar las diferencias entre las categorías (virgen extra, virgen, etc.) o la procedencia exacta (regional, italiana, comunitaria, etc.). Esto se traduce en más tiempo dedicado a elegir -el 59% permanece de 2 a 5 minutos, en comparación con el 33,8% en 2008-, lo que indica el deseo de comprender mejor.

“El consumidor pasa más tiempo de media que antes para elegir el aceite de oliva que llevará a su mesa y leer la etiqueta de las botellas, pero esto no siempre se refleja en los hábitos de compra, detectando un cierto vacío de conocimiento”, afirmó en la presentación del estudio Raffaele Borriello, director general del Ismea. “Nuestros datos revelan -continuó- que a los compradores les gustaría saber más sobre el patrimonio de los aceites nacionales, especialmente a los más jóvenes, ya que los millennials son muy sensibles al origen del producto, la territorialidad y los aspectos relacionados con la salud. Es por eso que debemos invertir en información y comunicación al consumidor en el futuro, profundizando en estos aspectos”.

En efecto, el análisis del Ismea evidencia que quienes leen la etiqueta también están dispuestos a gastar más. “En general, el consumidor, acostumbrado a un sabor plano, todavía no está muy familiarizado con las diferentes características organolépticas de la gran variedad de aceites italianos”, apunta el informe que indica, además, que dada la presión promocional de las grandes cadenas sobre el producto, la percepción del valor real del mismo se ve completamente alterada y debe ser reconstruida con acciones de información y comunicación.