Dejad paso a los Centennials

La imposibilidad de conectar con los valores, creencias y expectativas de los Centennials puede significar todo un quebradero de cabeza para el crecimiento de las marcas en un futuro próximo, de acuerdo con el último informe de la agencia de estudios y estadísticas Kantar. Se trata de una generación -que ronda los veintipocos ahora mismo- que usa sus smartphones un 30% más que el resto de los adultos y pasa hasta un 35% más de tiempo en sus dispositivos a lo largo del día. Para estos jóvenes, que apuntan maneras en términos de exigencia, la experiencia que ofrecen las marcas es muy importante y están dispuestos a seguir buscando si una marca no les proporciona lo que desean o necesitan. El 62% de los Centennials asegura que deja de usar aquellas apps o páginas web que les resultan difíciles de navegar, y el 63% afirma haber instalado un bloqueador de anuncios en sus dispositivos móviles u ordenador. Pero aún hay más, porque estos pequeños cerebritos informatizados son vitales en la economía del entorno familiar. Las familias piden consejo a sus miembros más jóvenes para recopilar información sobre productos, comparar reseñas y hacer recomendaciones sobre el proceso de compra. Tanto es así, que el 75% de los Centennials ejerce una influencia vital en las grandes decisiones de gasto familiar. Esta tendencia es más común cuando se analizan las decisiones de compra realizadas en las categorías de alimentación y bebidas (77%), muebles (76%) y productos del hogar (73%). Estos datos vienen a dejarnos clara una premisa para los próximos años: innovar o morir. Las nuevas generaciones lo quieren todo y rápido. A golpe de click son capaces de buscar y rebuscar, en menos de lo que canta un gallo, una decena de webs hasta encontrar aquello que más les interesa. Esta tendencia nos sugiere que nuestro sector debe empezar a subirse al carro de las nuevas tecnologías, de la comunicación y del contacto directo con el usuario final. La cercanía es una nueva estrategia de marketing y los consumidores cada vez demandan más. Ya no es suficiente con tener un buen producto, un packaging impactante y un nombre evocador. Los Centennials quieren saber por qué deben comprar el tuyo y no el de al lado y, lo peor de todo, es que no tienen tiempo que perder. O encuentras una manera rápida de comunicarte con ellos en su idioma o has perdido el tren. El consumidor del mañana está más informado -y posee un mayor conocimiento del producto-, es exigente y concienciado. Preocupado por la calidad y el origen del producto, la alimentación saludable y el respeto por el medio ambiente, valora lo auténtico y consume productos bio y naturales, y también de cercanía. Busca nuevas emociones y experiencias gastronómicas. Un auténtico foodie, vamos. La única cuestión a debatir ahora es: ¿Estaremos a la altura de los Centennials?

Dejad paso a los Centennials

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