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¿Tienes plan para Semana Santa? ¡Las rutas de oleoturismo más sorprendentes!

¿Tienes plan para Semana Santa? ¡Las rutas de oleoturismo más sorprendentes!

viernes 08 de abril de 2022, 13:00h

El olivo es venerado en múltiples rincones del mundo y protagonista indiscutible de rutas creadas para admirar su belleza y sumergirse en su rica cultura que nos descubren el proceso de elaboración de su más preciado tesoro, el aceite de oliva virgen extra. Un viaje apasionante para estos días festivos que no te dejará indiferente…

Argentina

En Argentina, la Ruta del Olivo de Mendoza es uno de los nuevos atractivos turísticos de esta provincia del oeste del país. A tan sólo unos minutos de la capital mendocina, los emprendimientos que participan en la Ruta del Olivo -muchos de ellos de carácter familiar- ofrecen la oportunidad de conocer las plantaciones y almazaras mediante visitas guiadas combinadas con catas y degustaciones de los zumos elaborados en cada finca.

En las afueras del departamento de Maipú, en el distrito de Russell, Olivícola Maguay es una empresa familiar dedicada desde 1920 a la agroindustria que lleva 40 años exportando aceitunas verdes y negras en conserva. A partir de 2009 comenzó a elaborar y comercializar aceites de oliva vírgenes extra, todos ellos obtenidos a partir del cultivo de olivares propios (100 ha.). El paseo entre olivos centenarios por la finca “La Bodega”, amenizado por las explicaciones de sus amables propietarios -la tercera generación de la empresa- acerca de los orígenes de la olivicultura de Mendoza, el proceso de elaboración de un buen AOVE o las diferentes variedades de aceituna finaliza con una degustación clásica o Premium de sus productos -monovarietales, blends y aceitunas de mesa-.

En la misma calle, Ozamis Sur, Pasrai Olivícola Boutique lleva desde 1920 descubriendo a mendocinos y visitantes de todo el mundo los secretos de la elaboración artesanal del zumo de aceituna. Desde que Don Marcos Muravnik se instalase en la provincia de Mendoza proveniente de Europa y comenzara a producir frutas deshidratadas y aceite de oliva virgen extra, son ya cinco generaciones las que se han dedicado a continuar con esta tradición familiar para obtener productos de alta calidad. La visita guiada es todo un viaje al pasado y al presente e incluye una completa degustación de aceites, pastas, frutos secos o tomates deshidratados.

Croacia

El árbol del olivo ha jugado un papel determinante en Istria, la principal región productora de aceite de oliva de Croacia. En esta bella península con forma de corazón situada al norte del país, donde el azul turquesa del mar y el verde intenso de sus valles se funden en hermosos paisajes naturales y culturales, los agricultores istrios han cultivado y preservado desde hace más de 2.000 años las 11 variedades de aceituna autóctonas de la región. El Parque Nacional Brijuni, un idílico archipiélago de pequeñas islas, es el hogar del olivo más antiguo de Istria -y uno de los más vetustos del Mediterráneo-, con aproximadamente 1.600 años de antigüedad. Internacionalmente conocida por su cuidada gastronomía genuinamente mediterránea y la calidad de su aceite de oliva, alabado ya por griegos y romanos, el sugerente abanico de experiencias oleoturísticas resulta tan atractivo como los encantadores pueblos pesqueros de la costa y los bucólicos enclaves medievales del interior.

En Istria existen más de media docena de rutas del aceite de oliva en las que alrededor de 150 productores ofrecen a los visitantes su exquisito elixir. El AOVE también es protagonista de eventos como las Jornadas Internacionales del Aceite de Oliva Nuevo que se celebran en Vodnjan durante el mes de noviembre, con charlas, talleres y catas a cargo de productores locales.

Situado en el centro de Pula, el Museo Olei Histriae, la casa del aceite de oliva de Istria -que desde 2019 cuenta con su propia Denominación de Origen Protegida (DOP)- relata la historia del cultivo del olivo en la península desde la antigüedad hasta nuestros días, así como su proceso de elaboración y los secretos para producir un virgen extra de gran calidad. El didáctico recorrido finaliza con una cata guiada de una selección de los mejores AOVEs de Istria.

Eslovenia

En el corazón de Europa, Eslovenia -nombrada Región Europea de la Gastronomía en 2021- se configura como un destino global verde, activo y saludable que apuesta por la sostenibilidad y la exclusividad. La mezcla perfecta del sol, la excelente composición del suelo y el clima mediterráneo la convierten en una tierra propicia para el cultivo del olivo. Aunque la Istria eslovena es la región del país que concentra la mayoría de olivares, éstos también se hallan diseminados por las verdes colinas de Brda -conocida como la Toscana eslovena, donde los olivares comparten protagonismo con vastos viñedos y huertos enclavados entre pueblos pintorescos como Smartno, una villa medieval de callejuelas empedradas y orgulloso pasado-, el Valle de Vipava y el Karst.

Los productores de AOVE -algunos con más de un siglo de tradición- y propietarios de granjas turísticas y ecológicas como Tonin, Jerko, Bočaj, Obad o Gec invitan al visitante a embarcarse en un viaje desde los olivares hasta las prensas de aceite conocidas como “torklje”, así como a participar activamente en la recolección de la aceituna. En la granja de los Lisjak -Gregor, Matej y Barbara- situada en Krkavče, una pequeña aldea en el municipio de Koper, los visitantes pueden elegir entre un tour por la almazara para conocer el proceso de elaboración de su reputado AOVE Premium que incluye una degustación de sus zumos o completar la experiencia realizando un vintage gourmet tour, un viaje educativo siguiendo las huellas de antiguas variedades autóctonas que crecen en los miradores más bellos de la costa eslovena y la campiña de Istria.

En los eventos dedicados al rey de la Dieta Mediterránea, celebrados sobre todo en primavera y verano, se pueden degustar los zumos de cada campaña junto a otras delicias locales como el mejor branzino (lubina europea) de granja del mundo.

España

En la provincia de Jaén se puede contemplar un paisaje único en el mundo de más de 66 millones de olivos que se extiende a lo largo y ancho de este territorio que es puerta de entrada a Andalucía y alberga la mayor extensión de espacios protegidos de España, además de dos ciudades Patrimonio de la Humanidad como Úbeda y Baeza.
Este paisaje es muestra inequívoca de la impronta del olivar en el paraíso interior jiennense, un cultivo tras el que se esconde mucho más que una panorámica infinita de estos árboles centenarios y en torno al que se ha forjado una forma de sentir y de vivir.

Pasear a pie o a caballo entre olivos centenarios; alojarse en antiguos cortijos labriegos, haciendas o casas rurales que han conservado su arquitectura tradicional ofreciendo el máximo confort al viajero; saborear los mejores AOVEs del mundo o degustar, gracias al buen hacer de los chefs jiennenses, platos sorprendentes elaborados con este producto que es piedra angular de la Dieta Mediterránea. Todo ello forma parte de la amplia y singular oferta de posibilidades turísticas de OleotourJaén, un mundo de infinitas posibilidades, aromas, sabores y experiencias relacionadas con la cultura del olivar y del aceite de oliva que impregna todos y cada uno de los 97 municipios de esta provincia del interior de Andalucía.

Así, el viajero también tendrá la oportunidad de conocer el proceso de producción y elaboración del oro líquido en almazaras y cooperativas; adquirir este producto de múltiples propiedades saludables en tiendas especializadas; visitar espacios temáticos sobre la historia y la cultura del olivar; disfrutar de eventos y tradiciones ligadas a este cultivo; recorrer pueblos blancos olivareros de calles empedradas; o disfrutar en spas y hoteles de tratamientos especializados con aceite de oliva.

Estados Unidos

A finales del siglo XVIII, los misioneros españoles plantaron olivos en cada una de las 21 misiones que establecieron entre San Diego y Sonoma, en California. De entre ellos, destacó la figura de Fray Junípero Serra, de quien se dice que sembró la semilla del interior de los huesos de aceituna, dando como resultado la obtención de una nueva variedad denominada mission.

En este estado norteamericano de históricos ranchos y hermosos paisajes, los productores adheridos al California Olive Oil Council (COOC) -que representa más del 90% de toda la producción de aceite de oliva en California y cuenta con su propio Panel de Cata- organizan recorridos por sus almazaras y olivares y disponen de salas de cata para disfrutar de un buen virgen extra bajo el sol californiano. Uno de ellos es Séka Hills, en Capay Valley, donde durante miles de años los nativos americanos han vivido en sus bosques de robles, colinas y praderas. Aquí habita la tribu conocida como Nación Yocha Dehe Wintun, cuyos orgullosos miembros se esfuerzan por honrar el legado de sus antepasados protegiendo estas tierras de olivos y viñedos con las que han creado lazos eternos y preservando el equilibrio natural del entorno.

Su línea de productos artesanales Premium, comercializados bajo la marca Séka Hills, incluye AOVEs monovarietales que pueden ser degustados por los visitantes en la espaciosa y funcional Tasting Room -que además acoge durante todo el año eventos como festivales, jornadas de puertas abiertas y clases- mientras disfrutan de vistas panorámicas del paisaje agrícola circundante y las onduladas colinas azules que inspiraron el nombre de Séka Hills -azul en idioma Patwin-. La experiencia se completa con las visitas guiadas para grupos de 10 o más personas por el molino de aceite y los olivares.

Grecia

En la bella isla de Corfú, la familia Dafnis -pionera en el desarrollo del oleoturismo en Grecia-, con los hermanos Spyros y George al frente, produce AOVE proveniente de variedades centenarias y raras como la lianolia, comercializado bajo la marca The Governor. Desde 2017, sus tours -10.000 visitantes en 2019- incluyen visitas guiadas por la almazara y el ancestral olivar de Corfú -la mayor parte de los árboles supera los 100 años-, paseos en bicicleta y una degustación de virgen extra acompañada de deliciosos platos de la cocina griega. Los participantes también pueden contemplar una exposición de maquinaria antigua o incluso adoptar un olivo.

Por su parte, el lagar y museo de la familia Mavroudis -creado en 2018 y de bella factura estética- ofrece decenas de viejas máquinas de prensado de aceitunas -la más antigua se remonta a 1850- reunidas a lo largo del tiempo por los hermanos Spyros y Vangelis, recibiendo durante los meses de verano más de 200 visitantes diarios.

Otro destino oleoturístico de interés es Chania, en Creta, donde el tour de la empresa Papadomanolakis-Pallada incluye una cata de aceites de oliva con consejos acerca de su uso en cocina y su maridaje con los aperitivos tradicionales de Creta. Asimismo, durante la temporada de cosecha ofrecen a pequeños grupos organizados la experiencia única de recoger las aceitunas, transportarlas a la prensa y extraer el aceite de los frutos mediante una pequeña prensa de bolsillo de 60 kilos de capacidad; los participantes se llevan como muestra una botella de aceite de oliva y las aceitunas que ellos mismos recolectaron. En Kolymbari, el programa Terra Creta Experience ofrece una actualización histórica sobre el olivar cretense desde la era minoica hasta nuestros días. Muy cerca se encuentra el histórico olivo de Vouvon, de más de 3.500 años de edad.

Finalmente, en la animada isla griega de Mykonos se encuentra Mykonos Olive Tasting, un centro de oleoturismo capitaneado por Anita Zachou, que ofrece a los amantes del zumo de aceituna -además de unas vistas a los atardeceres más bellos del planeta- formación en cata de aceite de oliva y excursiones por los olivares de Tinos, Paros, Naxos, Santorini y Antiparos.

Italia

La Toscana goza de una merecida reputación en la producción de aceite de oliva, fruto del trabajo y esfuerzo denodado de sus habitantes. En esta región italiana, donde en la Edad Media y el Renacimiento prosperó el arte de los oliandoli -el gremio de productores y comerciantes de aceite cuyos miembros se encargaban de gestionar los frantoi-, los olivos son tratados como si fueran personas e incluso los presos elaboran aceite de oliva virgen extra. En 1988, Vittorio Frescobaldi, uno de los productores de vino y aceite más importantes de la región, fundó el consorcio Laudemio -precursor de la línea de los grand crus-, formado por una treintena de productores toscanos y que pretendía poner en valor el territorio a través de la firme adhesión de sus miembros a un estricto protocolo de producción centrado en dos factores, la calidad y el origen, esto es, los criterios que inspiran las actuales certificaciones DOP e IGP.

El paisaje es el reflejo de una antigua tradición olivícola que explica la predilección por el olivo en este territorio que cuenta con más de 80 cultivares diferentes -los más extendidos reciben el nombre de frantoio, leccino y moraiolo-, de norte a sur y de este a oeste. La zona olivícola más renombrada se encuentra en las provincias de Florencia y Siena, si bien también ha irrumpido con fuerza la región de la Maremma (Seggiano) -donde incluso han situado las raíces de un ejemplar de la variedad olivastra seggianese en el interior de una antigua y enorme cisterna que recogía el agua de lluvia- con la famosa villa rústica de Settefinestre, que conserva evidencias de un modelo de antigua finca agrícola con su propio frantoio, además de ejemplos impecables de buenas prácticas agrícolas.

Marruecos

Más de 2.000 años de historia ligada al cultivo del olivo y a la producción de aceite de oliva han hecho de la región de Meknès un lugar imprescindible para los entusiastas del árbol sagrado. El símbolo de esta ancestral tradición olivarera es Volubilis, una de las ciudades más emergentes de Marruecos desde el punto de vista cultural y arqueológico cuyos orígenes datan del Neolítico. Con sus restos de antiguos molinos de aceite y sus magníficas puertas, contiene las ruinas romanas más importantes del país. Los aprendices de Indiana Jones pueden recorrer la Ruta del Olivo de Meknès, que les llevará a descubrir el maravilloso yacimiento de Volubilis, los majestuosos olivares de la ciudad santa de My Idriss Zerhoun y los monumentos históricos de la ciudad de Meknès, declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. A lo largo de esta ruta, las almazaras, los restaurantes y hasta los propios artesanos abren sus puertas para mostrar su sabiduría y proverbial know how, al tiempo que ofrecen degustaciones de los zumos de aceituna que se producen en esta tierra milenaria. El itinerario finaliza con una visita a Agro-pôle Olivier, un centro cultural fundado por Noureddine Ouazzani dedicado a la transferencia de tecnología, el desarrollo y la promoción del sector oleícola regional y nacional que desarrolla múltiples actividades de promoción turística, además de cursos de formación sobre análisis sensorial del AOVE. Un proyecto integral al servicio del sector olivarero que está comenzando a atraer nuevos socios relacionados con el turismo y el patrimonio cultural, participando en los distintos programas internacionales de promoción del turismo y el paisaje del olivo.

Portugal

En el nordeste de Portugal, una tierra agreste con gran diversidad de paisajes, la Ruta del Aceite de Trás-os-Montes descubre el inmenso patrimonio histórico, cultural y paisajístico de los 15 municipios que la integran: Alfândega da Fé, Alijó, Bragança, Carrazeda de Ansiães, Freixo de Espada à Cinta, Macedo de Cavaleiros, Mirandela, Mogadouro, Murça, Tabuaço, Torre de Moncorvo, Valpaços, Vila Flor, Vila Nova de Foz Coa y Vimioso. Organizada en cuatro itinerarios diferentes -En el centro de Trás-os-Montes, Entre lo rural y lo urbano, En tierra de vinos y formidables aceites y De la capital del manuelino a los grabados del Valle del Coa-, cada uno de ellos cuenta con un mapa que guía a los visitantes por la tradición cultural, gastronómica, religiosa y arquitectónica de estas localidades, dando a conocer su historia, artesanía y atractivos naturales.

A pie, en bicicleta o en coche, la visita a las pequeñas explotaciones de los productores trasmontanos, con sus lagares tradicionales, permite descubrir el proceso de elaboración transmitido de generación en generación y las técnicas de producción más actuales. En esta región destacable también por sus espacios naturales -como el Parque Natural del Douro Internacional, que comprende algunos municipios de Trás-os-Montes, o las Sierras de Montesinho y de Lombada- y por sus famosas termas, las opciones de oleoturismo son múltiples: desde reservar un tratamiento de oleoterapia en Mirandela o en el spa del Olive Nature Hotel&Spa Quinta Adelaide, en Valpaços, hasta visitar el Museu do Azeite de António Dias, un vanguardista edificio en forma de rama de olivo que irrumpe en una pequeña elevación sobre las antiguas ruinas romanas de Bobadela (Oliveira do Hospital) frente a la imponente Serra da Estrela; pasando por la visita al espectacular Lagar do Marmelo del Grupo Sovena, en Ferreira do Alentejo, con catas y programas específicos para niños.

Turquía

La producción de aceite de oliva en Turquía se remonta a tiempos prehistóricos. Las excavaciones arqueológicas en Urla, una encantadora ciudad costera de la provincia de İzmir donde se mezclan la cultura turca y griega, revelaron la rica historia oleícola de la antigua ciudad de Klazomenai -su restaurado taller de aceite de oliva es visita obligada-, que acogió la producción de aceite de oliva en el siglo VI a. C. utilizando un sistema de producción continuo con cilindros de piedra que giraban alrededor de un eje para romper las aceitunas. En otras ciudades como Kilis, al sureste del país -cuyo aceite de oliva cuenta con su propia Indicación Geográfica-, las excavaciones arqueológicas realizadas en el túmulo Oylum Höyük destaparon semillas de aceituna de hace 4.500 años.

En el país otomano existen diversas rutas relacionadas con el aceite de oliva, como la que discurre por Güzelbahçe, Çeşme, Seferihisar, Menderes y Selçuk, promovida gracias al trabajo de campo de la Asociación Zeytince. Un recorrido de siete etapas salpicado por olivos monumentales -68 de ellos con edades comprendidas entre 300 y 2.000 años-, talleres y fábricas de aceite de oliva, pozos, molinos de viento y de agua, terrazas y piedras utilizadas en la producción de oro líquido.

Aconsejable también es la visita gratuita al Museo del Aceite de Oliva Adapete, el único de estas características en Turquía, ejemplo del desarrollo del patrimonio agrícola del país. Situado en una antigua fábrica de jabón en Küçükkuyu, una ciudad de la provincia de Çanakkale, exhibe, entre otros objetos, enormes molinos de granito para moler aceitunas, antiguos lagares pertenecientes a diferentes épocas, numerosas herramientas para la poda y recogida de los frutos, cestas de transporte y tinajas de loza para el almacenamiento del aceite o ánforas de barcos hundidos de los primeros comerciantes del Mediterráneo.