El olivar de miel se está expandiendo gracias a la lavanda, aunque parezca increíble. De entre todas las aromáticas, es la única que tiene un potente efecto llamada sobre el público. Si un aceite de oliva tiene aroma de lavanda, atrae. Si un olivar tiene lavanda entre las hileras de olivos, llama la atención. Así comienza este artículo de Javier Domínguez, paisajista del Grupo Operativo Olivares de Miel.
Existen diversos motivos por los cuales varios olivicultores han cultivado aromáticas entre olivos, pero el denominador común, la garantía de éxito, de marketing, es la lavanda. Posteriormente, se combinará con otras aromáticas para formar el verdadero olivar de miel, que consta de seis tipos de arbustos de floración consecutiva para que la abeja libe todo el año sin necesidad de hacer trashumancia.
¿Quién se atreve a modificar un paisaje? ¿Quién osa a cambiar 3.000 años de rutina? Eso solo se lleva a cabo a pequeña escala, salvo excepciones como la Asociación AlVelAl, y con la lavanda como aromática pionera. El éxito de la localidad de Brihuega (Guadalajara) con la lavanda habrá influido en el ánimo de algunos olivicultores. Es tiempo de innovación en el campo español porque la España Vaciada, sin gente, sin la presión de la tradición, permite soñar nuevos escenarios con más facilidad que antes.
En 2015, la Asociación AlVelAl imaginó un olivar diferente, regenerativo y atractivo, y en diciembre de 2017 sembró varios tipos de aromáticas -romero, lavanda, salvia y tomillo- entre hileras de olivos en un total de 9 hectáreas. Esto lo llevaron a cabo olivareros, no fue un experimento de laboratorio. Y supieron hacerlo: setos de aromáticas de 50 metros de longitud, calle sí, calle no, para permitir el laboreo en todo el olivar. Este ejemplo no se ha replicado, la ruta seguida después fue la lavanda.
También en 2015, quien suscribe estas líneas diseñó de forma independiente el olivar de miel con las ya mencionadas seis aromáticas de floración consecutiva. El Grupo Operativo que surgió con fondos europeos y madrileños, Olivares de Miel, plantó en 2020 romero, lavanda y lavandín en la Comunidad de Madrid. El romero se malogró y fue sustituido por lavanda. A través de este proyecto se quería conocer el efecto de estas aromáticas sobre el suelo, la erosión, la fauna, el oleoturismo y el paisaje. Un punto básico del olivar de miel es su capacidad de retener más agua y evitar la pérdida de tierra fértil con las aromáticas a modo de terraza. Asimismo, los estudios de entomofauna han revelado un aumento de especies y el oleoturismo ha despegado de forma espontánea sin señalética alguna, de tal forma que diversos municipios se han animado a establecer incipientes rutas de oleoturismo. Y es que el olivar de miel es un éxito rotundo en materia de oleoturismo como complemento a las catas en almazaras, senderismo, paseos ornitológicos o faunísticos en general, rutas a caballo, etc.
Casi al mismo tiempo y también en Villaconejos, en la Comunidad de Madrid, la almazara Oleum Laguna decidió plantar lavanda entre 77 hileras de olivos en superintensivo -un hecho novedoso porque no se trata de olivar tradicional de calles más o menos anchas-, “para mejorar la cadena trófica”. El resultado ha sido el exclusivo AOVE Ecológico Premium Loa 77, buque insignia de la firma.
Teniendo en cuenta el carácter emprendedor de Villaconejos, donde se apostó colectivamente por la producción ecológica hace años, es de suponer que este ejemplo se imite y los municipios limítrofes acaben siendo una nueva Brihuega. Hay que advertir de que las aromáticas tardan 3 ó 4 años en coger porte, por lo que no se puede disponer de un olivar de miel de la noche a la mañana, si bien tienen una duración de 25 años hasta la reposición de plantas.
Similar idea tuvo Explotaciones García Peralta, en Castilla-La Mancha, quienes apostaron por la lavanda en superintensivo con la intención de emplearla como cubierta vegetal.
El Grupo Operativo Olivares de Miel ha llegado a tres millones de personas en los últimos tres años a través de diferentes medios, si bien es imposible saber cuántos pioneros habrá distribuidos por la geografía nacional.
La última oleada de estos pioneros la constituyen dos asociaciones ecologistas, Almijara (Málaga) e Interpreta Natura (Vall de Almonacid, Castellón), que recientemente han plantado olivares de miel con la intención de diversificar ingresos en zonas de olivar de secano a través de la miel, la formación ambiental, el oleoturismo, etc. y servir de catalizadores de desarrollo en las zonas donde están inmersas.
En definitiva, son varias las líneas de expansión del olivar de miel, siendo la lavanda, el oleoturismo, el suelo, la mejora de la cadena trófica, la miel, la lucha contra la erosión y la desertificación, así como la formación ambiental, los principales argumentos de desarrollo. Y eso que todavía no se ha hablado de la belleza del olivar de miel, solo se han mostrado bastas pinceladas.
