El Ejecutivo comunitario ha explicado que la bioeconomía ofrece a Europa la oportunidad de reforzar su resiliencia, sustituir los materiales y productos de origen fósil, crear empleo y liderar la transición mundial hacia industrias limpias. Con esta nueva Estrategia, la UE apoyará acciones que ofrezcan soluciones prácticas sostenibles utilizando nuestros recursos biológicos en sectores como la agricultura, la silvicultura, la pesca, la acuicultura, la transformación de biomasa, la biofabricación y las biotecnologías.A su juicio, se aprovechará el enorme potencial de estos recursos, la excelencia científica y la base industrial, y se fomentará la innovación en beneficio del clima, la naturaleza y la sociedad.
También hay una demanda cada vez mayor de los productos de construcción de origen biológico, las fibras textiles y los fertilizantes. Sin embargo, aún existe un gran potencial sin explotar, según la CE.
La Estrategia de Bioeconomía de la UE tiene por objeto liberar este potencial mediante el aumento de la innovación y las inversiones, el desarrollo de mercados líderes para los materiales y tecnologías de origen biológico, la garantía de un suministro sostenible de biomasa y el aprovechamiento de las oportunidades mundiales.
La Comisión trabajará para crear este marco regulador coherente y simplificado que recompense los modelos de negocio circulares y sostenibles, salvaguardando al mismo tiempo las normas de seguridad de la UE. A su juicio, la aprobación más rápida, clara y sencilla de las soluciones innovadoras ayudará a las empresas a desarrollarse y crecer en Europa, especialmente las pymes.
La Comisión también velará por que la financiación actual y futura de la UE se destine a las biotecnologías. Para estimular la inversión privada, la Comisión propone convocar un Grupo de Despliegue de Inversiones en Bioeconomía para crear una cartera de proyectos financiables, compartir el riesgo de manera más eficaz y atraer capital privado.
La Comisión ha identificado mercados innovadores de materiales y tecnologías de base biológica con el objetivo de desbloquear la inversión y permitir la expansión. Entre ellos se incluyen sectores de base biológica como el de los plásticos, las fibras, los textiles, los productos químicos, los fertilizantes, los productos fitosanitarios, los materiales de construcción, las biorrefinerías, la fermentación avanzada y el almacenamiento permanente de carbono biogénico, que tienen un gran potencial tanto para el crecimiento económico como por los beneficios medioambientales. La Comisión impulsará la demanda de contenido de origen biológico en los productos estableciendo, por ejemplo, objetivos en la legislación pertinente.
La Estrategia propone crear una Alianza Europea de Base Biológica, que reunirá a empresas de la UE para adquirir colectivamente soluciones de base biológica por valor de 10.000 millones de euros de aquí a 2030.

Garantizar un uso sostenible de la biomasa
La Estrategia de Bioeconomía de la UE destaca la necesidad de obtener biomasa de manera responsable, garantizando que los bosques, los suelos, el agua y los ecosistemas se gestionen dentro de sus límites ecológicos. Es fundamental promover la circularidad y aumentar el valor de la biomasa secundaria, como los residuos agrícolas, los subproductos y los residuos orgánicos.
La Comisión pondrá en marcha iniciativas que recompensen a los agricultores y silvicultores que protejan los suelos, mejoren los sumideros de carbono y apoyen un uso sostenible de la biomasa.
Desde la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) han valorado positivamente la publicación de la nueva Estrategia Europea de Bioeconomía, "en la que la Comisión Europea reconoce de manera explícita que la agricultura es un pilar imprescindible para garantizar una producción sostenible de biomasa, el desarrollo de nuevas cadenas de valor y el fortalecimiento de la competitividad industrial de la Unión Europea".
La organización ha considerado especialmente relevante que se priorice la producción doméstica de biomasa y se refuercen los instrumentos que permiten aprovechar subproductos agrícolas, fomentar la circularidad y generar nuevas oportunidades económicas en las zonas rurales. También es favorable el impulso a las biorrefinerías integradas, que permiten valorizar residuos agrícolas y crear un tejido industrial de proximidad con capacidad para generar empleo estable y mayor valor añadido en el territorio.
Sin embargo, Asaja ha advertido de que el desarrollo de la bioeconomía solo será viable si se garantiza un marco de competencia equilibrado. También ha considerado esencial que la implementación de la estrategia asegure que los agricultores reciben una remuneración justa por la biomasa que producen y por su contribución directa a la sostenibilidad del sistema productivo europeo. "La bioeconomía debe consolidarse como un motor de oportunidades reales para el medio rural y no únicamente como una demanda adicional de recursos", ha añadido.