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08/07/2025@11:00:00
El cultivo del olivo atraviesa un momento especialmente complejo. Las sucesivas campañas marcadas por la escasez hídrica, las altas temperaturas en momentos fenológicamente sensibles y la creciente irregularidad del clima mediterráneo están provocando notables mermas en el rendimiento del olivar, tanto en secano como en regadío. Estos fenómenos climáticos extremos afectan directamente a procesos clave como la floración, el cuajado y la lipogénesis, reduciendo la producción por hectárea y comprometiendo la calidad final del aceite, según señala Fertinagro Biotech.