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El aceite español gana terreno y logra posicionarse de manera competitiva en el mercado japonés

El aceite español gana terreno y logra posicionarse de manera competitiva en el mercado japonés

martes 25 de marzo de 2014, 15:16h

24/03/2014 - Aunque en el año 2000, Italia representó el 65% del mercado japonés y en España un 33% (4,2 millones de kilos), en los últimos diez años, el aceite español ha ganado terreno y ha logrado posicionarse de manera competitiva en el mercado nipón hasta lograr igualar la cuota de mercado italiana (47,4% en el aceite de oliva virgen).

Esta situación se refleja claramente en las tasas de crecimiento acumuladas, ya que Italia creció un 57% en 2010 comparado con el inicio de la década, mientras que España alcanzó un crecimiento acumulado del 175%, según se desprende del documento “El mercado de aceite de oliva en Japón”, actualizado por Inés Ramos Aberasturi, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Tokio. 

El estudio también destaca la “espectacular” entrada en escena de Turquía, que rápidamente ha sustituido a Grecia como tercer exportador, y que puede competir directamente en algunos segmentos con el aceite de oliva español por precio. En concreto, las importaciones en 2013 desde este país (2.983 toneladas) suponían una cifra ampliamente superior a la del año 2000 (80 toneladas). Grecia, por otro lado, ha crecido a una tasa más estable (en torno al 20%). 

En cuanto a la percepción que del aceite de oliva español tiene el mercado japonés, este organismo apunta que puede definirse por el lado de los importadores como “muy buena”, ya que éstos conocen bien las excelencias del producto, si bien no ocurre lo mismo con los consumidores finales quienes todavía no acaban de reconocer el valor de la procedencia.

En este sentido, el informe de ICEX señala que el consumidor japonés sigue asociando el consumo de aceite de oliva a la cocina italiana, por ello, el principal reto al que se enfrentan la Administración y las empresas españolas es el de hacer llegar el mensaje de la calidad de los aceites procedentes de España, asociando el producto con nuestro país.

Según datos procedentes de las Cámaras de Comercio, Japón sería a día de hoy el octavo destino de las exportaciones españolas de aceite de oliva por valor de unos 59,67 millones de euros.

A pesar de que los productores españoles se están acomodando a los gustos japoneses, el aceite de oliva español no goza aún de gran prestigio entre el público general. Al respecto, el estudio indica que la imagen que aún impera de cara al consumidor japonés, salvo para los japoneses que cada vez más visitan nuestro país, es la de un aceite de buena calidad, pero “barato”; es decir, que no se lo considera un aceite de alta cocina o de calidad superior (imagen que por lo general sí ostentan las marcas de importación italianas). 

Afortunadamente, según ICEX, se está realizando una promoción de la cocina española en el segmento superior y se espera incluir y asociar definitivamente el aceite de oliva con su primer productor y con su gastronomía. 

Además, destaca el cuidado del etiquetado, la forma de las botellas y la capacidad de las mismas, adaptándose a las exigencias del mercado local, tendiéndose a una presentación de “producto gourmet”, es decir, en botellas pequeñas y con atractivas etiquetas en japonés.

Oportunidades

Respecto a las oportunidades del aceite de oliva español en el mercado japonés, ICEX concluye que aún tiene posibilidades de crecimiento aunque es imprescindible que los eventuales exportadores sean conscientes de las dificultades que se van a encontrar a la hora de introducirse en un mercado, que requiere un período de maduración muy lento, en el que la constancia y la perseverancia son las claves para la entrada y permanencia de las empresas y sus productos. 

Por ello, este organismo cree que son importantes cuestiones como los altos costes de distribución, en los que participan un gran número de intermediarios, la necesidad de adaptar el producto a las peculiaridades japonesas, el alto nivel de exigencia del consumidor, su manifiesto carácter marquista y toda una serie de peculiaridades propias del mercado japonés que resultan mucho más abundantes que en otros mercados del mismo nivel de desarrollo. 

En todo caso las claves del éxito en el mercado japonés son en realidad las mismas necesarias para triunfar en cualquier otro mercado, aunque en el caso de Japón, el informe apunta que es necesario aplicar estas reglas universales con “mayor esmero y seriedad”. 

Así, ICEX cree que hay que disponer de un producto con algún valor añadido y convenientemente preparado para el mercado japonés (lo que exige una adecuada investigación del mercado) y tratar de encontrar un buen socio comercial (el ideal sería aquel que se identificara con la marca o producto español como si fuera propio y contara con una larga experiencia y contactos dentro del mercado japonés sin ser necesariamente una gran compañía). También se debe estar dispuesto a dedicar perseverancia y paciencia, quizá en mayor medida que en otros mercados, ya que el mercado japonés debe abordarse siempre con una visión a largo plazo.