Según ha informado el Gobierno andaluz en un comunicado, las actuaciones, que se iniciaron el pasado mes de junio, forman parte de una campaña de control de ámbito nacional en la que participa la Junta.
En Andalucía, las competencias para el control de estos productos se distribuyen entre las consejerías de Administración Local y Relaciones Institucionales, a través de la Secretaría General de Consumo y de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, que es la responsable de autorizar a empresas privadas como organismos de control competentes para certificar los productos ecológicos.
Así, sin las correspondientes certificaciones los productos no pueden incluir menciones como “ecológico”, “biológico”, “bio”, “eco” y otros similares.
Sobre el etiquetado, entre otras informaciones, las inspecciones se centran en comprobar la identificación y domicilio del responsable, el lugar de origen o procedencia del producto y de las materias primas agrarias, la lista de ingredientes, la fecha de duración mínima o de caducidad o las condiciones especiales de conservación y de utilización, si las hubiera.
Además, se comprobará si el etiquetado cumple con la obligación de no inducir a error sobre las características del producto, y, en particular, sobre su naturaleza, identidad, cualidades, composición y otras.
El Gobierno andaluz ha precisado que estos incumplimientos constituyen infracciones leves con sanciones de entre 200 y 5.000 euros, según la Ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía.
Junto con la revisión del etiquetado, los controles incluyen igualmente la toma de muestras para verificar que cumplen los requisitos establecidos para estas producciones.
En concreto, las actuaciones se desarrollan en las provincias de Granada, Jaén, Málaga y Sevilla, con un total de 90 inspecciones y 12 tomas de muestras.
Por su parte, las muestras son remitidas para su análisis al Centro de Investigación y Control de la Calidad de Barajas (Madrid), dependiente de la Administración central. El contenido neto, las indicaciones del lote y las obligatorias relativas al etiquetado ecológico son algunos de los aspectos que se examinan en las muestras.
Asimismo, las inspecciones se realizan en establecimientos de venta de productos alimenticios en general y en los que se anuncian como especializados en este tipo de producciones. Los alimentos examinados proceden en un 50% de Andalucía y el resto, de otras Comunidades Autónomas.
Desde la Secretaría General de Consumo de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales se ha advertido de la necesidad de comprobar el etiquetado antes de adquirir un producto.
