Así se desprende del documento “El mercado de aceite de oliva en Noruega”, realizado por Alicia Ortega, bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Oslo.
El estudio señala que hasta hace un par de años, España mantenía el liderazgo de las importaciones de aceite de oliva virgen en Noruega, si bien a partir de ese momento, Italia ha pasado a ocupar su lugar.
En cuanto al reparto del mercado, Italia, España y Grecia controlan más del 90% del mercado, y mientras los dos primeros se encuentran en valores similares (en torno al 40% de cuota de mercado), el país heleno alcanza un 15%.
Según el informe de ICEX, en general, todos los productos alimentarios procedentes de España son considerados de alta calidad por los noruegos, aunque, normalmente, por debajo de los franceses e italianos, aunque este hecho no parece aplicarse en el caso del aceite de oliva.
Por otro lado, los noruegos viajan mucho a España e incluso muchos de ellos tienen una segunda residencia en nuestro país, lo que les permite tener un amplio conocimiento de los productos alimentarios españoles, entre ellos el aceite de oliva. Se trata de un alimento “muy apreciado”, un hecho que, en su opinión, “puede ser una ventaja comparativa a la hora de introducir un producto nuevo en el mercado noruego".
Además, este organismo destaca que los productos importados, debido a los aranceles que se les imponen, saldrán al mercado con precios más elevados que los locales, si bien esto no se aplica al aceite de oliva para consumo, que carece de aranceles al no existir producción local.
El estudio también subraya que la imagen de calidad de España para productos alimentarios y, en concreto, para el aceite de oliva es buena, por lo que al consumidor noruego no le importa gastarse más dinero si considera que el producto así lo merece.
Para este organismo, Noruega es un mercado con gran potencial para el producto español; es un mercado difícil pero, al mismo tiempo, en crecimiento y con grandes posibilidades de futuro, en el que las importaciones globales han crecido un 67% en los últimos 13 años y donde se valora acada vez más la buena relación calidad-precio del producto español.
