El grupo chino ha asegurado en un comunicado que ha comprado la participación de la familia Fontana, quien mantendrá un porcentaje minoritario en el mismo, aunque no han revelado los detalles del acuerdo. Lo que sí han resaltado es que el grupo mantendrá su producción en Italia.
Salov, productor de aceite de oliva, aceite de semillas y productos derivados está actualmente presente en más de 60 países, liderando el mercado en Estados Unidos, con una cuota del 19%, y en Gran Bretaña, con una cuota del 23%.
Bright Food, por su parte, propietario de la marca Weetabix en Reino Unido, ha asegurado que la compra Salov es acorde con sus "estándares de salud, calidad y seguridad alimentaria", destacando que con esta acción "espera promover la cocina mediterránea entre los consumidores chinos".
Según han destacado medios de comunicación financieros como el Wall Street Journal, analistas de consumo indican que la creciente prosperidad de la clase media china, junto con el aumento de los viajes al extranjero en vacaciones de la población asiática, están impulsando el interés chino en los alimentos extranjeros, con gran protagonismo en el aceite de oliva, conocido como una forma saludable de emplear grasa en la cocina.
Por ello, el gigante asiático ha indicado que no descarta adquirir más marcas de alimentos en el extranjero.
Bright Food ha fijado el objetivo de ampliar sus activos internacionales hasta el 25% en los próximos tres años, frente al 12% que aseguró poseer el pasado mes de febrero, en palabras de Ge Junjie, vicepresidente del grupo.
De hecho, el pasado mes de mayo el grupo asiático hizo público un acuerdo por valor de 960 millones de dólares por la adquisición de una participación del 56% del mayor productor de alimentos de Israel, Tnuva, de Apax Partners, una firma de capital privado con sede en Londres. Mediante este acuerdo, Bright Food prevé que crezca el mercado de los productos lácteos en China, con el queso como punta de lanza, un producto que se ha hecho muy popular recientemente entre los consumidores del país asiático.
Cabe destacar que las marcas de alimentos extranjeros siguen gozando de una buena reputación en China, a pesar de recientes escándalos que cuestionaban la calidad de los alimentos de cadenas de comida rápida extranjeras como McDonalds y KFC.
