Así, el índice general ha experimentado un descenso del 0,7% en términos nominales y del 1,1% en términos reales.
Según los datos del Magrama, el descenso de precios medios (-0,7%) observado en el año 2013 integra las siguientes particularidades por tipos de tierra: las tierras destinadas al cultivo reducen sus precios (-0,9%); mientras que las tierras ocupadas por aprovechamientos (prados y pastos) experimentan un ligero incremento (0,5%).
Las tierras de cultivo que muestran mayores descensos de precios son las ocupadas por viñedo de mesa de regadío (-7,1%), mandarino de regadío (-6,8%) -incluido dentro de los cítricos (-6,0%)-, frutales de hueso de secano (-3,8%), hortalizas al aire libre de regadío (-3,4%) y olivar de transformación de regadío (-3,3%).
Por el contrario, se registran incrementos en cultivos protegidos de regadío (10,0%), frutales de hueso de regadío (8,7%), viñedo de mesa de secano (7,8%), fresón (4,6%) y arroz (3,3%).
Desde el año 2000, el precio de la tierra de olivar ha pasado de 16.352 euros/ha. en ese ejercicio a 19.847 euros/hectárea en 2013, un 2% menos que en 2012, cuando alcanzó los 20.249 euros/hectárea.
Esta reducción se sitúa en el 0,5% si se trata de olivar de mesa de secano (11.293 euros/ha.) y en el 1,4% en el olivar de mesa de regadío (22.197 euros/ha.).
En cuanto al olivar de transformación de secano, el precio medio de la tierra se redujo un 1,8%, hasta 18.533 euros/hectárea en 2013; mientras que en el caso del olivar de transformación de regadío cayó un 3,3%, hasta 38.162 euros/ha.
Por Comunidades Autónomas y en el olivar de transformación de secano, el informe del Ministerio recoge que las disminución global registrada (-1,8%) no se ve compensada con el aumento de Cataluña (8,1%, hasta 11.158 euros/hectárea), ya que los precios de la tierra descienden en Castilla-La Mancha (-4,2%, hasta 8.846 euros/hectárea) y Andalucía (-1,8%, hasta 25.588 euros/hectárea). En Extremadura también cayeron un 1%, hasta 5.565 euros/hectárea.