Un informe del Instituto de Servicio para el Mercado Agrícola Alimentario (Ismea), elaborado en colaboración con las asociaciones de productores de aceite de oliva italianas, atribuye este descenso a las condiciones meteorológicas adversas registradas en el país, si bien esta caída de la producción será menor a la prevista en España, líder mundial, que debido también a la meteorología no obtendrá ni la mitad del nivel de producción alcanzado en 2013/14.
A la meteorología también se unen las consecuencias derivadas de los ataques de patógenos, especialmente la mosca del olivo en las principales regiones productoras.
Así, se espera que la producción disminuya más de un tercio tanto en Puglia (-35%, hasta 119.398 toneladas) como en Calabria (-35%, hasta 67.083 toneladas); mientras que Sicilia y Campania sufrirán recortes del 22 y el 40%, hasta 38.439 toneladas y 22.815 toneladas, respectivamente.
Ante estos datos, según el Ismea, el mercado ya ha reaccionado con un aumento de los precios en origen. En concreto, el aceite italiano, que mantiene una "gran brecha positiva" respecto al producto español, alcanzó un promedio de 4,40 euros/kilogramo, un 50% por encima de los niveles registrados el pasado año.
Asimismo, el diferencial con los aceites españoles también se está extendiendo rápidamente, con una media en octubre de 1,47 euros/kilogramo, frente a los 0,43 euros/kilogramo reportados en los medios de comunicación en 2013.
En cuanto a las exportaciones, este organismo resalta que entre enero y julio de este año las ventas al exterior, gracias a los avances registrados en América del Norte, Japón y la Unión Europea (UE), aumentaron en volumen un 13% respecto a los primeros siete meses de 2013.
Mientras, la balanza comercial, a pesar del "fuerte" incremento de las importaciones, principalmente procedentes de España, finalizó con un superávit de casi 16 millones de euros en los primeros siete meses de 2014.
