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El alimento sano y natural más barato: el aceite de oliva virgen extra

El alimento sano y natural más barato: el aceite de oliva virgen extra

Estudio comparativo

viernes 05 de diciembre de 2014, 12:01h

04/12/2014 - Mercacei ofrece un artículo elaborado por investigadores del Ifapa y de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) sobre un estudio comparativo entre diferentes alimentos de la dieta, en el que se demuestra el bajo precio relativo que tiene el aceite de oliva virgen extra para el consumidor final.

La  última campaña de aceituna en España fue récord de cosecha pero los precios de venta del aceite no llegaron a cubrir los costes de producción en muchas explotaciones, arruinando a los olivareros y acentuando aún más la ya persistente crisis económica. En cambio este año las previsiones de cosecha vaticinan una producción baja y es probable que los precios del aceite de oliva vuelvan a alcanzar niveles “razonables”, es decir, aquellos que ya tuvieron hace varios lustros y que permiten la supervivencia del sector.

Los consumidores de aceite podrían estar preocupados por la previsible recuperación de precios, sin embargo, desde estas líneas vamos a tranquilizarles haciendo unas sencillas cuentas. Hemos evaluado el coste de alimentos de consumo habitual, eligiendo los más representativos de los diferentes grupos: grasas, hidratos de carbono, proteínas y alimentos para desayunos, meriendas y entremeses.

Los precios de productos se han recabado en supermercados de Córdoba para productos de calidad media, es decir, ni los más selectos, ni los de calidad inferior, y los valores energéticos y las cantidades de una ración diaria de las tablas nutricionales de uso común.

A continuación hemos calculado el coste de la  ración diaria para cada alimento y lo hemos comparado con el gasto diario en aceite de oliva virgen extra en el hogar, para un consumo de 41 gramos al día, lo que equivale a 15 litros al año, que es un consumo muy alto y muy superior al consumo medio en el hogar español (9,5 litros por habitante y año, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de 2014). Esta ración se ha estimado idéntica para las demás grasas. El aceite de oliva lo hemos valorado a 4 euros/litro, un precio algo superior al de la pasada campaña en supermercado.

Los resultados son sorprendentes, pues de todos los alimentos comparados, el aceite de oliva virgen extra es uno de los más baratos, como puede apreciarse en la Tabla 1.

 

Entre las grasas, sólo el aceite de girasol resulta más económico que el aceite de oliva, aunque no es comparable si consideramos las características de uno y otro. El aceite de oliva virgen extra  es un zumo natural de fruta fresca, sin conservantes ni colorantes, que se obtiene por medios físicos, y que mantiene todo su potencial nutritivo en vitaminas, minerales y ácidos grasos de alto valor nutricional, mientras que el aceite de girasol no lo es. También es mucho más barato que la mantequilla o la margarina utilizada para cocinar en otros países.

Resulta muy llamativa la comparación de productos energéticos básicos como son el aceite, el pan, las legumbres o el arroz. Si consideramos un consumo diario de pan de 100 gr./día  (36,5 kg./año) y un consumo de aceite medio de 41 gr./día (15 l./año), el coste del pan es mucho mayor, sobre todo si se compran piezas pequeñas (2,77 veces más caro). En el caso de las legumbres o el arroz el coste es muy similar al del aceite de oliva virgen extra. Sorprende por tanto que los consumidores consideren a estos productos como alimentos baratos comparados con el aceite de oliva. Una fama a todas luces inmerecida.

Ascendiendo en la escala alimenticia, todos los alimentos proteicos como carnes, pescados y huevos, resultan considerablemente más costosos que el aceite. 

En el grupo de alimentos para desayunos y postres o frutas y verduras, sólo las galletas tipo “maría” son algo más baratas que el aceite y ni siquiera el coste de un yogur o de una pieza de fruta rebaja este precio.

Finalmente, si completamos nuestra dieta con un aperitivo o acompañamos la comida con vino, cerveza, frutos secos, etc., comprobaremos que nos supone un gasto muy superior al que destinamos al aceite, aunque consumamos una elevada cantidad. Es más, las tradicionales aceitunas son también más económicas que las bebidas o aperitivos comparados, siendo éstas también un producto de gran valor en la nutrición.

Paralelamente podríamos hacernos una pregunta: ¿Cuánto nos cuesta la energía que nuestro organismo necesita cada día? En la Tabla 2 hemos elegido algunos alimentos representativos y económicos para ilustrarlo. Podemos comprobar que la kilocaloría más barata, salvo la del aceite de girasol, es la correspondiente al aceite de oliva virgen extra, ya que con menos de 1 euro al día podríamos cubrir las necesidades energéticas de nuestro organismo. En cambio a base de pan necesitaríamos al menos 2,07 euros, con carne de cerdo 4,11 euros, con galletas maría 1,12 y si fuera con cerveza 7,14 euros.

Este escenario es sólo un supuesto, pues obviamente nadie se alimenta a base de un único producto, pero las cuentas demuestran cuán equivocados estamos al establecer la premisa de que el aceite de oliva es un producto caro y casi de lujo. Hemos demostrado justamente lo contrario, que el aceite de oliva virgen extra es un alimento que podríamos calificar como “bueno, bonito, barato”, pues es fuente de salud, como demuestran los recientes trabajos científicos publicados en las mejores revistas de medicina, es un producto natural al ser “un zumo de fruta fresca” y no contiene ni colorantes ni conservantes. Por todo ello desde el sector productor aconsejamos su empleo y lanzamos las siguientes recomendaciones:

  • A los padres, que acostumbren a sus hijos a tomar aceite de oliva virgen extra, una excelente fuente energética saludable.
  • A las personas responsables de la alimentación familiar, que sean conscientes de que el ahorro y la salud de sus seres queridos pasa por incorporar a la dieta diaria un aceite de oliva virgen de calidad.
  • Al consumidor en general, transmitirle que su salud es además el futuro de todo un sector productor que genera empleo y riqueza.

Las continuas ofertas de las grandes cadenas de supermercados, tanto de aceite como de leche, al final resultan un gran engaño para el consumidor, pues sirven de reclamo para que el cliente compre otros productos que son los que realmente le interesa vender al distribuidor, pero influyen muy poco en la economía familiar. Por el contrario, hacen mucho daño al agricultor, a las cooperativas, a las almazaras, a múltiples sectores de la economía, generando crisis en el medio rural y en el país en general.

Es muy importante que el consumidor sepa que el sector olivarero no solo proporciona trabajo a temporeros durante la recolección, sino que genera actividad económica en el medio rural a lo largo de todo el año y muchísimos empleos en otros sectores productivos, por ejemplo en fábricas de maquinaria,  talleres, transporte, industria química y metalúrgica, servicios, etc.  Estos sectores progresan si progresan los olivareros,  haciendo de España un país más rico y sobre todo, mejor alimentado.

Abogamos pues por un consumo equilibrado de alimentos saludables y recomendamos por todos los argumentos expuestos el consumo de aceite de oliva virgen extra, el nuestro, el de siempre, por nuestra salud.

Milagros Saavedra1, Ana María Torres1, Carmen Ávila1, Concepción García-Ortiz1, Manuel Arriaza1, Daniel Pérez1, Juan Carlos Hidalgo1, Javier Hidalgo1, Juan Cano1, Gabriel Beltrán1, Victorino Vega1, José María Penco2 y Salvador Cubero2

1. Ifapa, Centros Alameda del Obispo y Venta del Llano. Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía

2. Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO)