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Hasta siempre, Juan Antonio

Hasta siempre, Juan Antonio

miércoles 08 de abril de 2015, 11:05h

"El que no inventa, no vive". No hay mejor frase para resumir la forma de pensar, de ser y de vivir de Juan Antonio Morillo Ruiz, autor y creador de Basilippo. La cita de Ana María Matute era una de las preferidas de este ser humano excepcional, generoso y emprendedor que ha dedicado su vida a la búsqueda de la excelencia y a la difusión de la cultura del olivo, del virgen extra y de la Dieta Mediterránea, con la sencillez y la humildad de una empresa familiar creada con sus propias manos.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y gestor administrativo del Ilustre Colegio de Gestores de Sevilla, Juan Antonio estaba destinado a continuar la tarea de su padre al frente de la gestoría familiar. Aunque la familia Ruiz cuenta con una larga trayectoria agrícola que se remonta a los tiempos de su abuelo Antonio, los primeros pasos de Juan se centraron en renovar y consolidar el negocio de consultoría y gestoría impulsado por su padre en El Viso del Alcor. Sin embargo, la pasión y la vocación de productor que llevaba en los genes se manifestarían muy pronto, a finales de los años 90, cuando la familia adquiere la Hacienda Merrha y Juan empieza a "hablar" con los olivos arbequinos plantados en estos campos. Allí establecería su casa, su familia y su vida.

Junto a Juana Roldán, su esposa, pone en marcha en el año 2000 la empresa Basilippo Calidad Gourmet, S.L., dedicada a la producción y comercialización de aceite de oliva virgen extra. Sus pasos se dirigen rápidamente hacia la alta calidad, animado por la todavía incipiente corriente de "AOVEs de autor" que se abre paso en España. Su fijación en conseguir un zumo de pago con identidad propia le lleva a convertirse pronto en un referente para muchos otros productores y divulgadores del aceite de máxima calidad, a pesar de avanzar siempre paso a paso, con recursos limitados y sin experiencia previa. Probablemente por eso, los premios conseguidos por Basilippo en los últimos seis años, especialmente el Segundo Premio Mundial a la Calidad en el certamen Mario Solinas del COI en 1999, aportan mucho más valor a su talento personal, a su valentía y a su amor y pasión hacia este producto.

Juan Antonio ha sido el "alma mater" de Basilippo, empresa en la que sobre el papel desempeñaba la dirección de Producción. Es Especialista en Olivicultura y Elaiotécnica por el Instituto de la Grasa de Sevilla y Maestro de Almazara por el Ifapa. Su filosofía de trabajo es difícil de resumir en una sóla idea, pero siempre ha insistido a sus colaboradores, amigos y clientes en un principio motor: la raíz del éxito de Basilippo está en "hablar con los olivos". Así lo vio hacer a su abuela, a su padre y a algunos de sus inspiradores más recientes, como los "magos" Antonio Isern y Agustín Serés.

Su vocación de "autor" encontró desde el primer día un referente en la figura de José Alba, uno de los mayores expertos mundiales en aceite de oliva virgen extra y maestro de maestros en la cata de AOVE. Tal fue su influencia en Juan que el segundo monovarietal creado por Basilippo, elaborado con las olivas de la variedad manzanilla que la familia posee en el pago de Cerros Blancos (Vega de Carmona), nació como inspiración del propio José Alba en las múltiples conversaciones que ambos mantenían en el Instituto de la Grasa.

Es difícil entender a Juan Antonio Morillo y a su AOVE sin su otra gran creación personal, el Centro Cultural del Olivo Basilippo. Una tarde de verano de 2003 acudió corriendo a la Hacienda con unas botellas en el maletero de su coche (entonces las conservaba en la biblioteca de la casa de sus padres) para atender a un intrépido viajero, Juan Mosig, que apareció allí por azar buscando un poco de aceite para llevarse de vuelta a Suiza, donde reside. Juan no dudó en dedicarle un rato, enseñarle el caserío y los olivos, y explicarle su concepto de AOVE. De aquella conversación nació el Centro Cultural, un espacio dedicado a la divulgación y el disfrute del aceite de oliva virgen extra y la Dieta Mediterránea que en 2014 recibió la visita de más de 10.000 personas procedentes de todos los rincones del planeta.
Del tronco del Centro Cultural han brotado dos ramas en los últimos años de igual belleza e importancia en su vida: la Oleoescuela para niños (impulsada en 2010 junto con su esposa) y el Aula de Formación Basilippo, donde ya se han impartido un curso completo de molienda, inexistente anteriormente en el ámbito profesional; y un curso de poda basada en el sistema de Antonio Isern. El 2º Premio AEMO a la Difusión de la cultura del olivo y el aceite de oliva es uno de los frutos de esta labor de divulgación.
Juan Antonio ha colaborado con numerosas entidades y Universidades en el desarrollo de cursos y catas. Cabe destacar en este campo la dirección del curso "El Arte de la Cata de los Aceite de oliva virgen" dentro de los cursos de verano de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, celebrados en Carmona de forma consecutiva durante los años 2012, 2013 y 2014. La incorporación de su amigo Ginés Bustos en este área del Centro Cultural del Olivo ha sido de una ayuda enorme para Juan Antonio y para su idea de elevar el AOVE a un tema de primer nivel en el ámbito universitario sevillano.

En 2009 el monovarietal arbequino Basilippo 2008-2009 Primeros Días de Cosecha obtiene el Segundo Premio Mundial a la Calidad Mario Solinas que otorga el Consejo Oleícola Internacional (COI), en la categoría de Frutado Medio. Sus monovarietales, coupages y aromatizados han recibido más de 20 premios internacionales en los últimos cinco años, entre ellos la Medalla de Oro en los Great Taste Awards (UK) 2009 al 201, en China e Israel en 2010, Los Ángeles (USA) y Japón en 2012 y 2013. Asimismo, uno de los premios más emocionantes sin duda fue el concedido en diciembre de 2014 por la Universidad de Jaén al mejor AOVE en categoría Frutado Maduro, a cuya entrega no pudo acudir por motivos de salud. También durante esas fechas recibió el premio a la Mejor Almazara otorgado por la Federación Andaluza de Cofradías vínicas y Gastronómicas (Fecoan); faceta en la cual cabe destacar la colaboración inestimable de su amigo íntimo y estrecho colaborador Julio Forcada, maestro de almazara y miembro del Panel de Cata de la DOP Priego de Córdoba, con quién disfrutaba "jugando" a elaborar virgen extra.

Reseñar el perfil de Juan Antonio sin mencionar el papel y la genialidad creativa de su hermana Belén Morillo es imposible. Belén no sólo es la creadora de la imagen corporativa y el packaging de Basilippo desde el comienzo (algo que también le ha valido varios premios internacionales), sino la persona encargada de interpretar los sueños y las ideas de su hermano para darles forma y belleza. A Juan, la invención no le cabía en la cabeza literalmente. Tal es su fuerza emprendedora y su talento natural que para él, sin duda, fueron escritas estas palabras de Gregorio Marañón: "Vivir es no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir".

Por Diego Vergara, Sales & Marketing Manager de Basilippo Calidad Gourmet S.L., y primo de Juan Antonio Morillo.


Desde Mercacei nos sumamos al dolor por esta pérdida, la de una grandísima persona, un enorme amigo y una mejor persona. Lo que has hecho por el virgen extra nunca quedará en el olvido y tú tampoco para nosotros. Nuestro apoyo y cariño a toda su familia y amigos en estos días tan duros.