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El 41% del aceite de oliva comercializado de 2011 a 2014 se vendió a pérdida

El 41% del aceite de oliva comercializado de 2011 a 2014 se vendió a pérdida

martes 02 de junio de 2015, 14:39h

29/05/2015 - Más de cuatro de cada diez litros de aceite de oliva comercializados en España en el periodo 2011/14 por las cadenas de distribución se vendió a pérdida, lo que supone un valor total destruido de hasta 113,6 millones de euros. Así lo estima el Informe Deoleo, presentado esta semana, que basa sus conclusiones en datos de Nielsen (precios) y Poolred (costes de aceite en origen).

La situación afecta especialmente a la marca a blanca, en la que la venta por debajo de coste supuso el 65% del total. Y es que en este segmento, la venta a pérdida fue una práctica que se repitió de enero a julio de 2011 y en octubre del mismo año; de noviembre de 2012 a julio de 2013; de septiembre de 2013 a diciembre del mismo año; de mayo a julio de 2014 y, finalmente, de septiembre de 2014 a enero de 2015.  En cuanto a los márgenes negativos registrados en estos periodos, llegaron a alcanzar los 61 céntimos por litro de aceite en abril de 2013.

En marca de fabricante, por su parte, la venta a pérdida supuso un 9% del total, produciéndose durante los meses de abril, mayo y junio de 2013; y noviembre y diciembre de 2014 y alcanzando un margen negativo máximo de 13 céntimos en abril de 2013.

Según la compañía, estos resultados “son tan dramáticos para el sector que, aunque la realidad fuera el 50% de lo estimado, debería despertar una acción política y legislativa y suscitar un ejercicio de reflexión y responsabilidad en los responsables de los elementos de la cadena que compone el sector del aceite de oliva”.


Un incentivo al fraude

El informe establece que “el hecho de que el 41% del volumen vendido lo haya sido, probablemente, a pérdida genera una presión que llega hasta el agricultor” y supone un incentivo al fraude. “Fraudes que van desde etiquetado, menor llenado o catas límite; hasta mezcla con otros aceites vegetales, mezclas de orujo con el refinado o añadir desodorizado al extra virgen”, explica la compañía.

Y es que, según Deoleo,  si un envasador va ofreciendo precios muy por debajo de la competencia y con nula conexión con los de mercado de la materia prima que procesa, “debería revisar su sistema de contabilidad de costes y, si no cambia de práctica, sólo nos queda entender que utiliza prácticas fraudulentas”.

Es más, tal y como recoge el documento, “los más viejos del sector ya repiten lastimosamente la frase de: Yo vi esto mismo en los 80 y acabamos en lo de la colza”.

Del mismo modo, en cuanto a las cadenas de distribución que deciden vender un producto por debajo de su coste, señala que el problema “es que cuando, en periodos largos, el sistema de distribución mantiene precios por debajo del coste del producto, aparte de ser posiblemente ilegal, está generando un daño en el sistema del que, casi seguro, no es consciente”.