Así, según la investigación -titulada “Extra virgin olive oil use is associated with improved post-prandial blood glucose and LDL cholesterol in healthy subjects”- el empleo de AOVE en la cocina no sólo sería beneficioso para prevenir las enfermedades cardiovasculares, como han demostrado hasta ahora numerosos estudios; sino que también ayudaría en la prevención de la diabetes.
En su estudio, los investigadores contaron con un grupo experimental de 25 personas a las que dieron una dieta cocinada con AOVE y otra sin él, realizándoles análisis de sangre de manera previa y posterior a la ingesta. Tras realizar un seguimiento, los investigadores descubrieron que aquellos cuya dieta había incluido aceite de oliva virgen extra presentaban unos niveles de glucosa en sangre inferiores.
Posteriormente, realizaron la misma prueba pero comparando una dieta elaborada con AOVE y otra con aceite de maíz, de nuevo los resultados indicaron que el AOVE era más beneficioso.
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