Así, recorre los alimentos más característicos del territorio comunitario, realizando una breve descripción de su origen e historia, así como de su sabor y características más importantes; convirtiéndose en el principal protagonista de una receta culinaria.
En el caso del AOVE, la publicación destaca que la UE es el principal productor a nivel mundial y que su sabor único depende del clima, la variedad y la región en la que se produce. Asimismo, las técnicas de producción utilizadas en el territorio comunitario aseguran que tanto éste como los demás alimentos europeos sigan siendo de la más elevada calidad.
Según el Ejecutivo comunitario, una de las características “más enriquecedoras” de la UE reside en la gran diversidad que existe entre los diferentes Estados Miembros y entre una región geográfica u otra. Para preservar esta tradición y el patrimonio alimentario de los diferentes países europeos, la Comisión ha creado diversos programas de calidad y hasta la fecha más de 1.200 productos han sido registrados bajo algún sello de calidad (DOP, IGP y ETG).
