La empresa ha destacado que este proyecto ha sido concebido para la adaptación de la industria actual de Oleícola Jaén en una industria visitable, por lo que hará hincapié en el oleoturismo, creando un nuevo atractivo para turistas nacionales e internacionales, ofreciendo múltiples vías de ocio y actividades educativas.
Para ello, en la nave trasera que actualmente ocupan los secaderos se instalará una almazara de última generación, que se dedicará exclusivamente a obtener aceite de oliva virgen extra de alta gama, que "pueda ser diferenciado y apreciado por el consumidor".
El objetivo del proyecto es la conversión de la industria actual en industria abierta y visitable (oleoturismo en Baeza); crear un modelo basado en un desarrollo sostenible de los recursos; aportar una mejora ambiental para la ciudad de Baeza; eliminar los problemas ambientales actuales: humos y olores; mantener y crear puestos de trabajo; potenciar la imagen de la ciudad a nivel nacional e internacional; y comercializar aceite envasado con marcas propias.
“Dadas las condiciones actuales del mercado, cada vez se hace más patente la necesidad de que las industrias no sólo produzcan sus productos, sino que lleguen directamente al consumidor final, ya que es en este tramo del proceso donde más beneficios pueden obtener”, han resaltado desde Oleícola Jaén.
Edificio para la promoción del aceite de oliva
Según ha informado la empresa, se trata del único edificio de nueva construcción con una superficie de 1.665,04 metros cuadrados en dos plantas. Además, dará servicio a las salas de exposición y museo, conferencias, catas de aceite y reuniones, así como al restaurante y cooking-show, a la tienda de aceites y a las zonas de aseos para el público. También tendrá acceso completo para personas con minusvalía.
Oleícola Jaén ha remarcado que se ha diseñado un edificio “minimalista con una arquitectura sencilla y donde predominan los ángulos rectos y colores neutros, sin estridencias, reduciendo la arquitectura a conceptos básicos de espacio, luz y masa”. Son “figuras prismáticas puras, superficies acristaladas, siluetas de contorno duro y una integración perfecta con el paisaje circundante”, han señalado.
La continuidad o no de la orujera en el actual emplazamiento depende directamente de la aprobación del proyecto presentado en el Ayuntamiento, por lo que la empresa ha indicado que una vez tenga todos los trámites administrativos aprobados, “se dará orden de inmediato para paralizar los secaderos”.
