En la RAE (Real Academia Española) son unos modernos y eso, al final, pasa factura. Almóndiga, asín, toballa, murciégalo o muslamen están totalmente aceptadas en el prestigioso diccionario de esta institución cultural. La evolución del lenguaje es inevitable, “la ortografía también es gente”, escribió Fernando Pessoa. Sin embargo, si estamos tan adelantados en algunos términos, quizás deberíamos prestar más atención a otros que han quedado en el olvido y que son bastante más importantes que pedir unas almóndigas en el mesón de turno.