"Con la aprobación por primera vez de este Plan nacional comenzamos a desarrollar una estrategia de producción con el objetivo común de mejorar en términos de calidad y cantidad. Hemos decidido invertir 32 millones de euros para ayudar a la reorganización de los productores de aceite de oliva italianos, con un plan que será respaldado con recursos regionales para el desarrollo rural. Nuestro trabajo no se detiene aquí, ya que con el acuerdo sectorial firmado hace unas semanas,existen todos los requisitos previos para dotar de futuro al sector, que busca también oportunidades en el mercado internacional", ha destacado el ministro de Política Agrícola, Maurizio Martina.
Según ha informado el Ministerio italiano en un comunicado, este Plan contempla un incremento de la producción nacional de aceitunas y aceite de oliva virgen extra, sin aumentar la presión sobre los recursos naturales, especialmente los recursos hídricos, a través de la racionalización del cultivo de olivares tradicionales, la renovación de las instalaciones y la introducción de nuevos sistemas de cultivo capaces de conciliar la sostenibilidad medioambiental con la económica.
También prevé impulsar la investigación para aumentar y mejorar la eficiencia de la olivicultura italiana; así como iniciativas para valorizar el “Made in Italy” y los más altos certificados de calidad del aceite de oliva virgen extra italiano, reforzando la promoción del producto en el mercado nacional e internacional.
Asimismo, este Plan aboga por la recuperación varietal de los cultivares nacionales de aceituna de mesa en el marco de una nueva olivicultura totalmente mecanizada; y promover y apoyar la unión y organización económica de los operadores del sector del aceite de oliva, de acuerdo con las regulaciones sobre negociaciones de contratos en el sector oleícola previstas en la normativa comunitaria.
La producción de aceite de oliva italiano se situó en 302.000 toneladas en la campaña 2014/15 y la media de las últimas cinco temporadas fue de 475.000 toneladas. A su vez, el país transalpino cuenta con alrededor de 900.000 empresas oleícolas, así como con 42 DOPs y 1 IGP en este sector, cuyo volumen de negocio asciende a 3 millones de euros, lo que equivale al 3% de la facturación total de la industria agroalimentaria, según los datos facilitados por el Ministerio de Política Agrícola.
