En este sentido, este organismo destaca que en el caso del aceite de oliva y las aceitunas, varias empresas españolas han conseguido afianzarse en este mercado que se considera “maduro y saturado”, por lo que “no parece ser el mercado idóneo para nuevos entrantes”.
Y es que, según este informe, la posibilidad de éxito de nuevas empresas que deseen exportar estos productos es “limitada” y requiere de una dedicación y un esfuerzo “notable”.
En concreto, Nueva Zelanda apenas produce 400 toneladas de aceite de oliva al año, por lo que el mercado se abastece de importaciones. Según los datos recogidos en este estudio, este país importó 5.477 toneladas de este producto en 2015 procedentes principalmente de Italia y España.
Al respecto, el informe subraya que los productos gourmet españoles de mayor presencia en Nueva Zelanda se enfrentan a menudo a competidores de otros países, principalmente Italia y Australia, que tienen un mayor vínculo con este país y que ofrecen alimentos parecidos.
En cuanto a las aceitunas de mesa, Nueva Zelanda importó en 2015 un total de 2.397 toneladas por valor de 4,35 millones de dólares americanos, siendo España el principal país de origen de este producto, si bien Grecia, con el 47%, supera a nuestro país (35%), en cuota de valor.
El producto español se vende principalmente en tiendas gourmet especializadas en productos de otros países mediterráneos que, con la profesionalización de sus negocios, han ampliado sus gamas importando también productos españoles.
El informe concluye que aunque los productos españoles son de consumo “muy minoritario” en Nueva Zelanda, el aumento de la comunidad española y un mayor interés y conocimiento por nuestro país y cultura puede derivar en un aumento de la demanda de algunos productos característicos españoles.