Como un reloj

Es, sin duda, un momento complicado el de la elección de uno de ellos, o quizás de varios. Cada organización propone unas ventajas, como cualquier trato, y a cambio se aceptan unas obligaciones. Entre los beneficios -también inmersos en un abanico infinito de posibilidades- están aquellos que ofrecen promoción, visibilidad e incluso más ventas. Sin embargo, a día de hoy sólo existe uno que elige los 100 mejores zumos del mundo campaña tras campaña. Dicho así, parece algo sencillo, pero resulta un proceso laborioso parecido al de un relojero colocando todas y cada una de las pequeñas piezas de un reloj de colección cuya tirada es limitada y anual. Lo primero es elegir las piezas que van a componer la maquinaria. Esas son fundamentales. De ellas depende el futuro funcionamiento del concurso. Su procedencia, su calidad y la forma de combinar unas con otras suponen la diferencia entre el fracaso y el éxito, una fina línea que sólo puede sortearse si uno se rodea de los mejores catadores del mundo. En esta máquina se encuentran reunidos los mejores de cada país, los jefes de panel de las instituciones más prestigiosas y los paladares más finos de las mayores regiones productoras del mundo. Una vez que esas piezas han encajado, asimilado el reglamento, combinado conocimientos y unido sinergias, comienza un laborioso proceso de cata que culmina con la elección de los mejores aceites de oliva vírgenes extra del mundo. Cien para ser más exactos. Un número redondo para aquellos productores que han tenido un año redondo. Cuando se produce esta elección, este nacimiento de una selecta comunidad de zumos unidos por un mismo leit motiv -la excelencia-, falta buscar una correa, un medio desde el cual poder realizar su función primordial, que es la de llegar al público. En este caso se podría ejemplificar este paso como el de la elaboración de una guía, una publicación de estética impecable en la que tiene cabida este centenar de AOVEs con sus particularidades, sus aromas, sabores y maridajes. El envoltorio de esta guía, atractivo e informativo como cualquier packaging que tiene la intención de atraer y enamorar, se elabora con el esmero del mago colocando la última carta del castillo de naipes. Cuando se completan todos estos pasos sólo cabe esperar que el truco haga su efecto en la mente del consumidor, ávido de nuevas experiencias. Cual as en la manga, siempre se deben acompañar estas artes con un espectáculo final, un apoyo visual que se quede grabado para siempre en la retina del público. Para ello se ensaya una y otra vez hasta dar con la tecla adecuada, en este caso una app, una herramienta adaptada a las tecnologías de uso diario y que permite a cualquier persona -desde Tokio a Nueva York, pasando por Berlín o Estambul- elegir al momento el AOVE que mejor combina con la cena que pretende elaborar esa noche. Y todo ello entre los 100 mejores del mundo. Sí, existen muchos relojes, máquinas y concursos en el mundo, pero sólo uno es EVOOLEUM.

Como un reloj

Mercacei Semanal 1.031