Déjame que te cuente

A través de estos cuentos clásicos, modernos o populares, reinventados por el psicoanalista, Demián va enfrentándose a sus miedos y resolviendo poco a poco sus dudas a lo largo de la historia. Es curioso pensar en todo el poder que esconde un cuento, una historia, o la propia imaginación. Los británicos lo saben bien. La tierra de Shakespeare ha vivido de primera mano los cuentos más sorprendentes jamás escritos. Los amantes malditos Romeo y Julieta; la invención del triste Frankenstein, el monstruo más famoso del mundo; los misterios de Agatha Christie en el Nilo; y hasta las peripecias del joven mago Harry Potter se han escrito en aquellas frías tierras. No es de extrañar que ahora el consumidor británico exija una historia a cambio de decantarse por un AOVE u otro. Los hay frutados, intensos, maduros, más verdes y con aromas a tomatera y hierba recién cortada. Diferenciar unos vírgenes extra de otros es, para el paladar de un consumidor inexperto, casi como elegir si se quiere más a mamá o a papá (ese ridículo dilema que nos han planteado a todos antes de que supiéramos siquiera hablar). El mercado del aceite de oliva ha crecido considerablemente en Reino Unido durante las últimas décadas. Si bien el consumo es muy inferior al registrado en España, cada vez son más los británicos que conocen y cocinan con este producto, según recoge un estudio de ICEX España Exportación e Inversiones. Eso sí, para seguir fomentando el consumo, el informe destaca que la clave está en educar al consumidor y enseñarle la historia del producto, el proceso de elaboración, las cualidades que posee y la variedad de usos que puede presentar para que realmente lo valore y lo convierta en un elemento indispensable en su dieta. Al respecto, según ICEX, los cocineros de renombre resultan aliados indiscutibles en este mercado, ya que son personajes muy mediáticos que pueden enseñar a los consumidores las diferentes formas de emplear aceite de oliva en la cocina. Los británicos no son los únicos que se dejan seducir por la historia de los productos que consumen. En Japón, las historias y los detalles son primordiales a la hora de cerrar un trato. Al establecer relaciones comerciales, los nipones acuden al origen y no dudan en pedir permiso para visitar las instalaciones, conocer a los productores en persona y dedicar algo de tiempo para almorzar y estudiar a sus futuros socios. En Japón, los silencios son parte del debate y la reflexión. No es extraño para los japoneses cerrar los ojos para concentrarse mejor en lo que se está diciendo. También cuando piden a los productores de AOVE que les cuenten su historia como requisito fundamental para conocerles a ellos y a su producto. Porque cada virgen extra tiene su propia historia, aunque todas ellas naciesen cuando Atenea hizo brotar un olivo frente al pozo de Zeus. Es muy probable que este no sea el origen real del olivo, pero qué bonito es creernos este cuento.

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