Mejor, con

En gran parte tenía razón. Fue tal el boom de lo light, que en algunos productos procesados no tenías ni siquiera la certeza de que quedase algo real y fresco a lo que hincar el diente tras la interminable lista de ingredientes impresos en el envoltorio. Tal y como ponía de relieve el diario El Mundo recientemente, lo light pasó de moda cuando lo bio y lo eco, su versión más sofisticada, irrumpieron en el mercado. Rápidamente fueron desplazados por los alimentos sin, mientras que ahora lo que arrasa no es quitar, sino poner: los productos con (proteínas extra, omega, vitaminas...). Y en esta era del con, el aceite de oliva virgen extra podría -y debería- jugar un papel muy importante. De hecho, estos alimentos funcionales de los que llenamos el carrito en el súper tienen un nombre específico, según Ángela López, de la consultora Nielsen: alicamentos, pues “están a caballo entre el alimento y el medicamento”. Un estudio de esta misma consultora indica que la mitad de los españoles pide más productos naturales en los supermercados y un 46% dice estar dispuesto a pagar más dinero por productos sin alguno de los ingredientes no deseados. Los expertos vaticinan cuál puede ser la coletilla de la cadena light-eco/bio-sin-con: el cómo. “El proceso de fabricación en sí mismo será -y ya es- otro motivo de elección de producto”, dice Jaime Martín, de Lantern. De hecho, los consumidores ya están exigiendo a las marcas que expliquen de dónde proviene la materia prima con la que se ha fabricado el producto y cómo ha sido el proceso de elaboración. Por eso es tan importante comunicar y por eso nació el storytelling, el arte de contar una historia a nuestros consumidores. Decía la poeta Maya Angelou que “la gente olvidará lo que dijiste, la gente olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir”, y qué mejor que sellar esta sensación con un relato. Cada vez son más las marcas que se acercan a sus clientes a través de su historia, compartiendo con ellos momentos que les hacen sentirse parte de la compañía. Visitas a la almazara, maridajes, catas... y siempre acompañados del feedback inmediato de las redes sociales que han hecho posible que, hoy por hoy, se pueda compartir prácticamente todo con quien quieras en directo desde cualquier lugar del mundo. Así, por ejemplo, nos enteramos al momento de que Angelina Jolie y Brad Pitt han decidido conservar el castillo donde se casaron en Francia. La propiedad, ubicada cerca de la Costa Azul francesa, cuenta con 12 hectáreas de olivos y acaba de realizar su primera cosecha de la que han producido un AOVE orgánico, obviamente. Los Brangelina siempre han sido muy de light-eco/bio-sin-con. Como era de esperar, en el Castillo de Miraval también elaboran un vino rosado que es muy popular en Estados Unidos. Y es que, ¿qué consumidor podría resistirse a la historia de Angelina y Brad?

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