La mina de oro

Ha llegado el verano y con él la saturación por tierra, mar y aire de millones de propuestas de “dietas milagro” que prometen una operación bikini express sin analizar las consecuencias que pueden tener para nuestro organismo. Y lo cierto es que los métodos para purificar nuestro cuerpo no son nuevos. Han existido en las diferentes culturas del mundo a través de la historia, aunque hoy en día tienen algo en común: que son muy rentables para sus creadores. Cada cierto tiempo la idea vuelve con fuerza. Ahora llega con la denominación detox porque en inglés todo parece más cool. Se supone que el organismo, una vez alcanzado un nivel de toxinas, debe resetearse y someterse a purgas más o menos extremas. Sale una famosa actriz de Hollywood con un zumo verde y la gente está dispuesta a pagar 120 euros por un proceso que nuestro cuerpo realiza de forma natural. “El metabolismo humano es el rey del reciclaje, produce moléculas nocivas, pero lo normal es que las elimine”, explica el bioquímico J. M. Mulet, profesor de la Universidad de Valencia y autor del libro Comer sin miedo. Le secunda el nutricionista Juan Revenga, quien asegura con ironía: “Necesitamos depurarnos, pero ya tenemos órganos para eso”. ¿Qué ocurre entonces? Que las empresas están hambrientas de ideas “saludables” que vender. Desintoxicar, purificar, depurar… cualquier palabra que evoque limpieza es susceptible de convertirse en el verbo más rentable de la temporada. Pero volviendo a Antonio Escribano... Puede que ya no lo recuerden, pero este especialista en endocrinología y nutrición, y catedrático de Nutrición Deportiva disfrutó de sus 15 minutos de gloria en el Mundial de Sudáfrica gracias a las “papillas” que les daba a sus jugadores en los intermedios y que les devolvía la fuerza para volver al campo de una forma casi mágica. De aquello surge la inspiración de su último libro, Batidos para la vida, escrito con el fin de poner un poco de cordura en este tema. En sus batidos también hay una parte de elemento líquido fundamental que puede incluirse de muchas maneras, indica este doctor, aunque llegados a este punto, Escribano se rinde a lo que denomina “una de las joyas de nuestra alimentación”: el aceite de oliva virgen extra. Es más, el doctor asegura que “debemos ser conscientes de que en España estamos viviendo justo encima de una mina de oro”. Por ello, de las 40 recetas, 30 incluyen aceite de oliva. Resulta curioso que el AOVE nunca esté “de moda” para las grandes empresas. En las supuestas dietas healthy observamos mucho batido y poco virgen extra. Cuando oímos Dieta Mediterránea parece que esta hablando de alguna recomendación médica o de un estilo de vida que se supone que practicamos, aunque la realidad es bien distinta. En nuestro país crecen las ventas de productos envasados, el consumo de grasas saturadas, los casos de obesidad... ¿Y la mina de oro? ¿Por qué nadie se acuerda de ella?

La mina de oro

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