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Los olivicultores italianos lanzan una campaña pública para “salvar” el aceite de oliva Made in Italy

Los olivicultores italianos lanzan una campaña pública para “salvar” el aceite de oliva Made in Italy

martes 03 de julio de 2018, 11:22h

Con los hashtags #salviamololioitaliano #noallemiscele #difendiamoiproduttori #tuteliamoiconsumatori y a través de la plataforma Change.org, el Consorcio Nacional de los Olivicultores de Italia ha lanzado una petición pública en defensa del AOVE nacional para salvarlo “de aquellos que torpemente intentan eliminarlo”. Con esta llamada a la acción dirigida a productores y consumidores, el colectivo pretende fortalecer la reciente acción del Gobierno encaminada hacia “la protección del verdadero Made in Italy”.

Según reza en la petición, “la defensa del aceite de oliva virgen 100% italiano no se basa sólo en intenciones y palabras, sino que trata seriamente de escuchar las peticiones y proyectos de los que, desde siempre, tratan de poner en valor el verdadero virgen extra italiano: el trabajo diario de los productores en los campos, la salud de los consumidores, las raíces de nuestra tierra, el patrimonio histórico y económico representado por esta excelencia”.

Además, en el texto de la solicitud se argumenta el valor del AOVE italiano como principal alimento de la Dieta Mediterránea, “la más importante por sus características organolépticas que lo hacen una medicina natural contra el cáncer, de gran poder antioxidante y para prevenir enfermedades cardiovasculares”.

En su encendida defensa, el Consorcio Nacional de los Olivicultores de Italia realiza un listado de todo lo que rechazan. “No, a las estrategias comerciales sucias y extrañas, que bajo apariencia italiana, camuflan mezclas de aceites italianos con aquellos provenientes de la UE y extracomunitarios, porque el futuro del aceite de oliva italiano apunta hacia la puesta en valor de productos de idiosincrasia única (monocultivar, Bio, DOP, IGP, etc.) y no en productos de dudosa procedencia, calidad y trazabilidad”.

Asimismo rechazan la expansión de “aceite italiano falso” a bajo precio; a quienes no desean reconocer los costos mínimos de producción que afrontan los olivicultores; a los que trabajan ilegalmente y que, a través del fraude y la falsificación de productos, arruinan la imagen de un símbolo italiano en el mundo; así como a aquellos que piensan en el aceite de oliva virgen extra como una mercancía.

Los olivicultores del país transalpino también dicen “no” a la invasión indiscriminada de aceite de oliva no producido en la UE, pero avalado por Europa. Y finalmente, rechazan la revisión de la prueba del Panel Test, el análisis organoléptico de los aceites, que definen como “la única herramienta que permite reconocer un aceite virgen extra de mala calidad”.