El anuncio tuvo lugar durante la conferencia "Filo d'olio, segmento para crecer: nuevas perspectivas para el consumo y la oferta", organizada por Federolio. Los principales operadores del sector se unieron al proyecto impulsado por Coldiretti que tiene como fin defender la producción oleícola italiana; garantizar la sostenibilidad; valorar su carácter distintivo; asegurar una distribución equitativa del valor en toda la cadena de suministro; reconstruir una identidad de “marca país”; y recuperar las cuotas de mercado.
El acuerdo dará comienzo con la actual campaña olivícola y pretende mantenerse en el tiempo para garantizar la estabilidad y la sostenibilidad económica de los agricultores del sector oleícola. De hecho, el contrato prevé un umbral de precio mínimo que cubra los costes de producción y trazabilidad, así como mejoras en parámetros cualitativos.
El objetivo principal es aglutinar a las empresas italianas para garantizar un futuro al sector y defenderlo de los ataques violentos de las empresas que adquieren marcas transalpinas para tomar como ventaja su imagen en los mercados nacionales e internacionales, generando una apariencia engañosa de origen italiano a las producciones extranjeras.
“Hemos hecho un acto de responsabilidad para construir un nuevo modelo y defendernos de los ataques, por ejemplo, de España que poniendo 2 millones de toneladas de aceite a la venta en el mercado, inevitablemente, acaba provocando la bajada del precio, afirmó David Granieri, presidente de Unaprol. “Hemos creado, además, un fondo común disponible para todos, y luego decidiremos cómo desarrollarlo, la prioridad es la investigación. Queremos construir algo absolutamente innovador”, aseguró Granieri.
“El mundo de la producción y el procesado ahora están íntimamente unidos por un destino indisoluble”, destacó Vincenzo Gesmundo, secretario general de Coldiretti, quien subrayó que “este acuerdo sectorial une a productores y compañías históricas”.
Por su parte, Francesco Tabano, presidente de Federolio, calificó el pacto como “una señal importante que se le dio al país para recuperar la confianza y volver a trabajar en el campo; se ayudará a los productores, necesitamos una mayor cantidad de aceite. Estamos hablando de números importantes porque un acuerdo de 100.000 quintales suponen 10 millones de botellas de producto limpio y certificado”.
