Más del 80% de la población estadounidense no come suficientes verduras, frutas y productos lácteos y la mayoría consume demasiados azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. De ahí que la Administración de Alimentos y Medicamentos -FDA, por sus siglas en inglés- del Gobierno de EEUU se haya puesto firme con el etiquetado de los alimentos procesados y haya cambiado las reglas que dicen qué es y qué no es saludable. Algo así como el Nutri-Score, pero bien hecho.