Estas ayudas vienen a respaldar la conservación y mejora de pastos en sistemas de dehesas en las provincias de Córdoba, Huelva y Sevilla (1.046.840 euros), los cultivos leñosos, almendro y vid en la provincia de Granada (150.000 euros), los sistemas agrarios para las poblaciones de aves esteparias y aves de los arrozales andaluces localizadas, en su mayoría, en Sevilla (2.206.754 euros), así como los cultivos hortícolas intensivos y flor cortada en invernadero que hay ubicados, en su mayoría, en Almería (665.340 euros).
La mayor parte de los beneficiarios de estas agroambientales son los correspondientes a los cultivos agroindustriales de algodón y remolacha (10.351.637 euros) de Sevilla, Jaén y Cádiz, así como los sistemas sostenibles de olivar existentes en las provincias de Granada y Jaén (9.818.127 euros) y Córdoba y Sevilla (2.286.430 euros). Por otra parte, se otorgan ayudas para el mantenimiento de sistemas singulares de castaño y uva pasa (214.612 euros).
Respecto a la línea de agricultura de montaña con orientación ecológica, la Junta ha señalado que éstas se van a distribuir entre las provincias de Málaga, Huelva y Almería (357.272 euros).
El Gobierno andaluz ha explicado que la medida 10 supone un incentivo elemental para la sostenibilidad de la actividad agraria de Andalucía, ya que persigue el mantenimiento de actividades beneficiosas para el medio ambiente, así como la introducción de sistemas productivos que permiten un uso más sostenible de los recursos naturales y el desarrollo sostenible de los recursos genéticos en la agricultura.
Los objetivos generales que se persigue conseguir con estas medidas son la restauración, preservación y mejora de la biodiversidad, mejorar la gestión del agua junto la gestión de los fertilizantes, prevenir la erosión de los suelos, reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y el fomento de la conservación y captura de carbono en los sectores agrícola y forestal.
Los solicitantes de estas ayudas deberán mantener buenas prácticas medioambientales durante un periodo de cinco años.
Estas ayudas se vienen convocando año a año, ya que, a partir de la consideración de su utilidad por su aportación a un mayor respeto al medio ambiente, se han hecho sucesivas prórrogas, siendo las tres últimas las correspondientes a 2020, 2021 y 2022.