En la actualidad, el aceite de oliva virgen extra está presente en el mercado en diferentes tipos de envases, especialmente en formato botella (cristal, polietileno), lata o bag in box. Tanto para almacenamiento como para transporte, los formatos más habituales son barriles, tanques, contenedores a granel y, con mayor frecuencia, envases bag in box en formato 220 l. El uso de bag in box de gran formato por parte de los productores de aceite de oliva y por distribuidores que desean conservarlo o transportarlo es una tendencia en auge en los últimos años. Estas bolsas deben cumplir ciertos requisitos para asegurar que, durante su conservación, el aceite de oliva mantenga intactas sus propiedades químicas y organolépticas.
Requisitos del envase y principales premisas
Los envases bag in box deben disponer de válvulas que garanticen la impermeabilidad, válvulas tipo ELPO, adaptadores con membranas herméticas o cualquier otro conector compatible, como los tapones rígidos aplanados. Cabe resaltar que el cierre de estas válvulas debe ser fácil e intuitivo.
Las bolsas bag in box se componen de dos láminas: una interna y otra externa. En concreto, la lámina interna no debe reaccionar químicamente con el aceite de oliva que alberga en su interior. Del mismo modo, su elección dependerá de su durabilidad, su baja susceptibilidad al flex cracking (o agrietamiento por flexión) con el fin de evitar que las cadenas grasas presentes en el aceite de oliva, en concreto aquellas de menor masa molar, migren a través de la lámina y se conviertan en una fuente de fugas.
Una adecuada elección de la lámina interior garantiza además la impermeabilidad y minimiza la posibilidad de penetración de gases en el envase (del oxígeno atmosférico en particular)
En lo que respecta a la lámina exterior, debe presentar una gran resistencia y, al mismo tiempo, actuar como barrera contra los gases atmosféricos, principalmente el oxígeno. Del mismo modo, es importante que esta lámina exterior sirva de barrera frente a la luz. En este contexto, cuando hablamos de “luz” nos referimos a la luz ultravioleta (UV). La protección frente a la UV limita la degradación de los enlaces insaturados de la cadena grasa, lo cual se traduce en una significante reducción de la posibilidad de oxidación del aceite de oliva. Para ello, se utiliza una lámina metalizada con una alta densidad óptica de la capa de aluminio para conseguir los efectos deseados.
Podrá encontrar toda la información en nuestra cotización.
Además de las tradicionales láminas metalizadas, hemos desarrollado un material alternativo basado en EVOH que, además de presentar una gran resistencia mecánica y propiedades de barrera, cuenta con aditivos adicionales que limitan la absorción de la radiación UV gracias a su color blanquecino, además de ser una solución 100% reciclable. Al igual que en el caso de las láminas metalizadas, cabe considerar el problema del flex cracking. La lámina exterior debe caracterizarse por su limitada susceptibilidad a las abrasiones y grietas a fin de evitar la penetración del oxígeno en el envase. Tanto la lámina interior como la exterior cuentan con dichas propiedades de resistencia al agrietamiento por flexión, identificadas mediante la prueba de flexión de Gelbo, que consiste en colocar una bolsa dentro de una caja octogonal que la mantenga erguida y le aporte rigidez al mismo tiempo.
Vaciado
La bolsa para AOVE puede vaciarse cortando, abriendo y extrayendo el producto restante; o bien, ofrecemos otro tipo de soluciones, como el uso de una válvula extra de drenaje situada en la parte inferior de la bolsa o un sistema de embalaje perfectamente diseñado para el transporte, el vaciado industrial o el bombeo del aceite de oliva.
Ventajas
En cuanto a las ventajas que este envase presenta, cabe destacar que, gracias a su flexibilidad, el recurrente problema de devolución de envases ya no será una preocupación, como sucede en el caso de las cisternas. Además, estos envases son reciclables (especialmente los envases con lámina EVOH) y ofrecen una completa ergonomía en lo que a espacio de almacenamiento (ocupan menos espacio que los envases rígidos) y durabilidad respecta (permite la conservación del AOVE hasta dos años).
El uso de bolsas en formato 220 l. es una alternativa muy práctica frente a los envases tradicionales.
